Las cifras de exportación del primer mes del año del complejo agroindustrial brasileño anticipan, de alguna manera, cuál será el escenario para el sector en 2024: habrá que trabajar mucho más para poder mantener el mismo ingreso.
Las exportaciones brasileñas de productos agroindustriales fueron de 11.720 millones de dólares en enero de 2024, un récord histórico para ese mes y una cifra 14,8% superior a la registrada un año atrás.
Pero el dato clave es que el valor promedio de lo exportado cayó un 5,8% en términos interanuales. En ese promedio se esconden caídas del 14.4% para el poroto de soja, del 17.0% para la carne aviar, del 19.3% para el maíz y del 20.8% para el aceite de soja, entre otros productos.
El único producto agroindustrial relevante que aumentó de precio en el último año es el azúcar, que registró un incremento del 19.3%. Pero, más allá de ese caso particular, la tendencia general es bajista.
El récord de ingreso de divisas agroindustriales, por lo tanto, se explica por un incremento de los volúmenes enviados, que en el caso del complejo sojero casi duplica al registrado en enero del año pasado (producto en gran medida del adelantamiento de la cosecha a causa de los déficits hídricos experimentados en vastas regiones brasileñas).
Las exportaciones físicas de azúcar también crecieron (+58% en términos interanuales), al igual que las de carne bovina (`12%) y carne porcina (+6,4%).
En definitiva: ante un panorama de precios declinantes en el ámbito internacional –más allá de algunas excepciones puntuales– resulta indispensable trabajar más para aumentar la producción y la oferta exportable, algo que, obviamente, no puede hacerse con una presión tributaria excesiva.