Argentina tiene la suerte de tener a la región pampeana como “locomotora” de desarrollo agroindustrial. Pero las demás regiones del país siguen completamente relegadas respecto de su potencial productivo. Y ese contraste se magnificó en 2021 a partir de crecimiento sustancial del precio internacional de los productos agroindustriales.
En el primer semestre de 2021 –según datos oficiales publicados hoy por el Indec– las exportaciones de la región pampeana totalizaron 28.057 millones de dólares, una cifra casi 34% mayor respecto a igual período de 2020.
Pero el dato es que esa cifra representó un 79,3% de las exportaciones nacionales, mientras que el 20,7% restante se reparte entre el NOA, NEA, Cuyo y Patagonia, regiones que, además de contar con producciones agropecuarias diversas, tienen también recursos mineros y energéticos.
Por el momento, hasta que el desarrollo llegue a las demás zonas argentinas (si es que algún día llega), el rol de la zona pampeana es más que relevante, un aspecto que, clima mediante, hace de la economía argentina excesivamente dependiente de lo que suceda con las cosechas agrícolas.
Las exportaciones en el primer semestre del año fueron realizadas por las provincias de Buenos Aires (44,7%), Santa Fe (31,8%), Córdoba (19,0%), Entre Ríos (2,7%), La Pampa (1,4%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (0,5%).
No es casual que las dos principales provincias exportadoras sean las que tienen puertos, dado que la producción, ante los elevados costos logísticos, se concentra cerca de las terminales portuarias. O para decirlo de otra manera: con costos logísticos mas razonables, habría seguramente mayor producción y oferta de bienes exportables en otras zonas del país.
Una cosa es decirlo y otra verlo gráficamente en una infografía en la cual es posible visualizar el papel marginal del NOA, NEA, Cuyo y Patagonia en la matriz exportadora argentina.