Hasta comienzos de esta semana las fábricas elaboradoras de bioetanol venían subsidiando a la industria petrolera, pero este miércoles, con el ajuste del precio instrumentado por la Secretaría de Energía, esa situación se revirtió.
El precio del bioetanol, tanto maicero como cañero, que hasta el martes estaba fijado en 172,7 $/litro, a partir de ayer fue ajustado a 199,0 $/litro, algo que, en el caso del maíz, resultaba imperioso luego de la importante alza del cereal ocurrida por la implementación del régimen del “dólar maíz”.
La cuestión es que los lobbistas del sector petrolero ya comenzaron a manifestar su desagrado con la medida, dado que el valor del bioetanol quedó por encima del precio interno de elaboración de la nafta.
Según cálculos realizados por la consultora Montamat & Asociados, el precio en surtidor –sin considerar impuestos– de la nafta es de casi 182 $/litro.
Sin embargo, como en la Argentina la capacidad de elaboración de nafta es limitada, el país debe compensar ese déficit con importaciones del combustible. Datos oficiales (Indec) muestran que en el primer semestre de 2023 se emplearon 323 millones de dólares con ese propósito.
Ahora bien, como la paridad de importación de la nafta se ubica en más de 267 $/litro –según cálculos de Montamat & Asociados–, el uso de bioetanol sigue siendo un “regalo” aún con el reciente ajuste del precio oficial.
Adicionalmente, si bien una cifra de 323 millones de dólares puede parecer escasa, en la actual coyuntura cambiaria, con un Banco Central (BCRA) virtualmente vacío de reservas internacionales, representa un monto considerable. Cada dólar que se pueda ahorrar cuenta.
La normativa vigente establece un corte obligatorio para el bioetanol maicero del 6%, pero con posibilidad de ser reducido al 3% si el gobierno así lo dispone. En tanto, el sector azucarero tiene asegurado un corte mínimo del 6% de bioetanol cañero con nafta.
El gobierno tiene en carpeta una resolución para incrementar el corte mínimo de bioetanol con nafta en un 15%, algo que, si bien fue prometido en varios oportunidades, hasta el momento no se concretó.
Vale recordar que el bioetanol tiene alrededor de 110 octanos, mientras que la nafta de mayor calidad no supera los 98 octanos, lo que significa que un motor de combustión interna que usa bioetanol es más eficiente. El grado de octanaje determina la capacidad de un combustible para que no detone prematuramente.