El equipo de economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) comenzó a publicar los resultados de una encuesta para actualizar los datos sobre la industria más poderosa de la Argentina. Se trata de la industria aceitera, que se ocupa sobre todo de moler los granos de soja que se producen en el país para convertirlos en aceite y en harina. Tan grande es ese conglomerado industria -concentrado en los alrededores de Rosario- que puede llegar a absorber unos 7.000 camiones con 30 toneladas de soja cada uno. Por día.
De la nueva encuesta realizada por la BCR surgió que la industria aceitera “tiene una capacidad teórica de procesamiento de oleaginosas de aproximadamente 209.000 toneladas por día”. Esto equivale a los 7.000 camiones mencionados. Como buenos rosarios, los especialistas destacan que el 80% de esa capacidad de “crushing” se concentra en el Gran Rosario. Son 20 fábricas con una capacidad teórica de 165.700 toneladas por día.
“Las plantas de industrialización de oleaginosas en nuestro país están fuertemente concentradas en el área del Gran Rosario, por factores naturales e inversiones humanas. La capacidad de procesamiento de oleaginosas que existe en un área de estas dimensiones hace del Gran Rosario el complejo industrial oleaginoso más importante a nivel mundial” dice el trabajo. Se agrandó, y con justicia, Chacarita.
Es muy interesante detenerse en el cuadro que acompaña el documento y que muestra la capacidad instalada de cada una de esas 20 plantas del llamado Nodo Gran Rosario. De ellas, hay 12 que cuentan con instalaciones portuarias.
Dice el informe: “Estas plantas son de características muy variadas, entre otras cosas de acuerdo a si tienen o no instalaciones portuarias, si tienen o no muelles barcaceros para poder recibir materia prima por Hidrovía, si cuentan o no con acceso ferroviario así como también en cuanto a su capacidad de procesamiento, que va desde las 500 toneladas por día en las plantas más pequeñas hasta un máximo de 33.000 toneladas diarias en las más grandes”.
Así las cosas, el 85% de la capacidad de molienda de esta área se encuentra en plantas con puerto anexo sobre el Río Paraná, y solo el 15% se encuentra en plantas exclusivamente procesadoras. Esto, según los economistas, “da cuenta del fuerte perfil exportador de la actividad”. En rigor, la industria aceitera es responsable de al menos un 25% del total de las exportaciones argentinas.
¿Y qué empresas conforman ese polo industrial? La encuesta también comienza a responder esa pregunta:
- Destaca en capacidad de procesamiento Vicentín, ya que cuenta con plantas con capacidad para industrializar 37.000 toneladas de oleaginosas diariamente (se le asigna a la empresa el 50% de la capacidad de la planta Renova SA, cuya propiedad comparte con el Grupo Glencore). Vicentín tiene en total 22% de participación sobre la capacidad de crushing total del área.
- Le sigue la compañía Molinos Agro, que tiene capacidad de procesar unas 21.000 toneladas diarias,
- La empresa Louis Dreyfus, entre sus plantas de General Lagos y Timbúes, cuenta con una capacidad de molienda de 20.000 toneladas diarias.
- La empresa Cargill que es propietaria de dos plantas en el Gran Rosario y totaliza una industrialización potencial de 19.500 toneladas diarias.
- La empresa Bunge cuenta con tres plantas que le permiten contar con una capacidad teórica de molienda de 19.200 toneladas al día.
- Glencore, por su participación en Renova, tendría una capacidad de molienda en torno a las 16.500 toneladas diarias.
- Por último, tomando en cuenta solo las compañías más grandes, vienen las empresas COFCO International y Aceitera General Deheza (AGD), ambas con una capacidad de industrializar 10.000 toneladas diarias.
“La industrialización de oleaginosas ha permitido que en las últimas décadas nuestro país deje de ser fundamentalmente un exportador de bienes primarios –granos– para convertirse en referente mundial en la comercialización de manufacturas de origen agropecuario (MOA)”, aclaran los analistas rosarinos, que de todos modos -en linea con lo que sostiene la BCR- advirtieron los perjuicios que provoca en el sector “la sucesión de cambios en la legislación vigente sobre derechos de exportación”. Esto es porque en agosto de 2018 el gobierno anuló el diferencial histórico de retenciones, de 3%, que existía entre el poroto de soja y sus derivados.
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El tema es importante porque, más allá de tener la capacidad para procesar 7.000 camiones de soja por día, este sector industrial casi nunca llega a utilizar esa capacidad al 100%. Por el contrario, la BCR advirtió que “la capacidad ociosa de la industria sufre un rápido ascenso en nuestro país entre el año 2017 y 2018, hasta alcanzar cerca del 45%”.
“Esto último puede ser explicado por la mala campaña en cuanto a volumen producido, pero vemos que la capacidad ociosa se mantendría en altos niveles en 2019. La capacidad ociosa para el año 2019 se situaría en 41%, según estimaciones propias para el año que corre, aún a pesar de la gran cosecha en términos relativos”, explicaron desde la Bolsa de Rosario.