Los datos oficiales a fines de septiembre son claros y la oposición política al gobierno los toma como válidos. Según los mismos, y luego de una suba internual de los precios al tambero que llega a casi el 100%, la caída del consumo de leches fluidas en lo que va de 2019 ha sido del 12% en relación a los primeros nueve meses de 2018. Es impactante por cierto. De todos modos, desde la industria láctea han puesto en duda que esos datos sean certeros.
“En los últimos datos estaría faltando la incorporación de Adecoagro como oferente al mercado, lo que representa entre 8 y 9 millones de litros mensuales, sobre todo cuando se trata de leches líquidas o fluídas, que son tanto las refrigeradas, como las de sachet y larga vida”, le dijo Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), a Bichos de Campo.
El directivo empresario reconoció que “llamó la atención la caída tan grande del consumo de lácteos”. Y aclaró que “cuando analizamos por nuestras ventas en el ámbito del CIL, observamos que falta SanCor como oferente fundamental de ese segmento, es decir, no aparece la información de Adecoagro como uno de los sustitutos de SanCor”.
Adecoagro, en rigor, tomó parte del mercado de leches fluidas y larga vida que dejó libre la cooperativa láctea SanCor, luego de adquirir sus plantas de procesamiento de leche y quesos en Buenos Aires y Córdoba.
¿Y cuál es la caída real del consumo de lácteos? Paulón dijo que la misma “está en torno al 8%, lo que no deja de ser una caída significativa porque habla a las claras de la falta de dinero en el mercado, lo que preocupa a la industria, ya que están complicadas las ventas en el mercado interno y están bastante flojas también en el mercado internacional”.
Escuchá el reportaje completo realizado a Miguel Paulón:
Este lunes hubo una nueva reunión en el Ministerio de Agricultura, de la ahora llamada “Mesa de Lecheria”, ya que la Mesa de Competitividad Láctea, como antes se la llamaba, interrumpió su actividad, esperando las elecciones presidenciales y la nueva gestión de Gobierno. Previo a esa reunión, Paulón había dicho a Bichos de Campo que esperaba que se considerara este tema de la caída del consumo de lácteos. Pero eso no sucedió.
En esa reunión timoneada por el director nacional Lácteo, Alejandro Sammartino, “no se tocaron aspectos de mercado”. De hecho, el ministerio de Agricultura informó que se trataron cuestiones referidas a la logística: “Se presentaron avances en caminos rurales- la creación de una plataforma web colaborativa, realizada con el Ministerio de Transporte, para el manejo de caminos rurales que permitiría obtener un relevamiento del estado de los caminos con mayor tráfico de camiones lecheros en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, y Entre Ríos-, conectividad, y la reciente aprobación de establecimientos de elaboración artesanal de productos lácteos al Código Alimentario Argentino”.
De todos modos, Paulón destacó que “de esa reunión surgió la inquietud de elaborar un documento en donde se contemplen aspectos que no debieran ocurrir, y que terminen perjudicando aún más a esta cadena que ya de por sí está ajustada”.
Sobre la situación de los tamberos, el presidente del CIL consideró que “por el nivel de precios que tuvo la materia prima, tendría que estimar que se hubiera producido una recuperación, y en realidad lo que pasó es que los productores han salido un poco de deudas y están más o menos equilibrados, pero tampoco tirando manteca al techo”.
Sobre los precios pagados al tambero, que se estabilizaron en los dos últimos meses y se clavaron en 15,72 pesos por litro al cabo de septiembre (según el panel SIGLEA), Paulón consideró que para la industria, “por los niveles de precios que pueden recuperarse tanto del mercado interno como del internacional, no da para mucho más de lo que se está haciendo”. Es decir que no prevé más aumentos.
En cuanto al estado de rentabilidad de la propia industria, Paulón afirmó que “por sus niveles de precios establecidos para la compra de leche, recuperó menos durante varios meses. Entonces obviamente que produjo endeudamiento. Y por otro lado, recién ahora en los últimos dos meses se aplicaron precios que permitieron estabilizar y alcanzar una pequeña diferencia. Hace pocos días estábamos empatados en la distribución dentro de la cadena, tanto producción como industria, con la industria tratando de alcanzar un equilibrio entre costos y egresos”.
De acuerdo a Paulón, la exportación también cayó. “El orden de caída es de alrededor del 10%”. Esto sucedió incluso con un dólar a 60 pesos, porque -según el representante de las fábricas- “los costos crecen tanto también a nivel local que se comen todo el ingreso, se comen la ventaja competitiva”.