La estadística indica que los productores quieren incrementar constantemente el uso de tecnologías, pero las señales que reciben del gobierno van en contra del acceso a los insumos agrícolas. En rigor, la incertidumbre cambiaria y económica que se apoderó del país en los últimos días frenó la venta de fertilizantes.
Desde Cedasaba, la Cámara que reúne a los proveedores de insumos de la provincia de Buenos Aires, alertaron que “el sector está afectado como todo comercio referido en dólares y las empresas de fertilizantes en su mayoría están retiradas”.
“En agroquímicos la situación es más variable. Las que ofrecen obviamente sacaron todos medios de pago en pesos disponibles, las tarjetas, los cheques, los pagos pesificados no los están tomando, en cambio los canjes en dólares sí los toman”, agregaron las fuentes de la cámara de distribuidores.
En el sector -como en toda la economía- reina la incertidumbre y la expectativa de que la situación se normalice. Pero no es menos cierto que el ingreso al país de estos productos ya se ve afectado por las restricciones oficiales al acceso de los dólares en un contexto de creciente faltante de la divisa en el segundo semestre.
Es una verdadera lástima porque el consumo de fertilizantes venía creciendo en el país a pesar de todo este escenarios y había alcanzado un nuevo recórd en el ciclo 2021/22, que acaba de concluir.
Según los datos difundidos por la consultora AZ Group, en base a cifras de CIAFA (la Cámara de la Industria de Fertilizantes y Agroquímicos, en este último ciclo agrícola se consumieron 5,7 millones de toneladas de fertilizantes, contra los 5,3 millones del ciclo anterior. Esto indica un incremento de 8%.
La tendencia es ascendente desde el 2015/16. En el arranque de aquella campaña no estaba en claro quien conduciría los destinos del país y el temor de un nuevo ciclo kirchnerista dio por tierra con las inversiones en estos insumos. Ese año se tocó un piso de 2,5 millones de toneladas de fertilizantes. El dato de la campaña que está terminando implica que se duplicó el uso de estos insumos en los últimos siete años.
A fines de 2015, frente a señales en favor de la producción -como la quita de los derechos de exportación a varios productos, especialmente a los cereales- en el inicio de la gestión presidencia de Mauricio Macri el ánimo de los productores disparó el gasto o inversión en estos insumos.
Desde entonces la tendencia fue ascendente, incluso en lo que va del período presidencial de Alberto Fernández y a pesar de los altos precios que tuvieron estos productos.
El problema ahora reside en la disponibilidad de estos insumos para lo que viene. La incertidumbre económica y cambiaria refleja la desconfianza en la gestión económica del gobierno y eso obliga a frenar las ventas.