A nivel del piso puede que no se note. Pero quien pase sobrevolando la localidad de Salto, en la provincia de Buenos Aires, podrá encontrar entre tantos lotes parecidos uno que se diferencia por sus colores. Se trata de un conjunto de parcelas que la empresa Agrality tiene destinadas a la experimentación con semillas, para lograr nuevas variedades con tecnología incorporada.
“La semilla comercial que se vende al público tiene atrás muchos años de experimentación y luego de multiplicación, hasta lograr una cantidad considerable y la posterior aprobación de su tecnología”, explicó a Bichos de Campo Camila Duarte, analista de operaciones en Agrality y autora de la publicación.
Voy aprovechar este momento para mostrarles en lo que ando metida y que me parece realmente hermoso
Gracias tomi al chico que las voló si me llegas a cruzar en tw
Esto es fundación de semillas 🌱 pic.twitter.com/kxRyQYMd9a
— Camila (@_camiladuarte_) April 19, 2021
Lo que la imagen ilustra es el trabajo sobre distintas variedades de semillas, en este caso los ensayos son sobre soja, de distintos ciclos y en distintos estadios. Al momento cuentan con 54 variedades distribuidas en parcelas de entre 0,5 y 2 hectáreas, que están siendo estudiadas para analizar su respuesta al ambiente.
“Ahí hay variedades de distintos ciclos de duración: de variedades de ciclos tres cortos a seis largos. Durante la siembra, una vez que tenés toda la información de las semillas, se intenta sembrar escalonado para que cuando tengas que cosechar entren más o menos parejas. Por eso hay algunas muy verdes y otras marrones”, señaló Duarte.
Una parte central del trabajo es el roguing o la purificación de la variedad. Previo a la cosecha se analizan los colores de las flores y luego de las vainas, y se trabaja para unificar las características.
“Vos sembrás la variedad en estas parcelas y en pre floración la vas mirando por altura. Cuando está en R1 o R2 haces una purificación de la variedad por color de flor. Si por ejemplo, entre flores violetas ves blancas, se hace un roguing manual con gente para lograr, al final de la campaña, semillas que produzcan todas flores violetas”, detalló la especialista.
El proceso sobre las vainas es el mismo. Una vez analizado su color se procede a extraer aquellas plantas que no cumplen con los criterios esperados. “De esa forma conseguís una variedad más pura que al año siguiente se vuelve a sembrar, con la tecnología nueva incorporada, y pasa a ser comercial”, agregó Duarte.
El trabajo puede extenderse un par de años y los incrementos y ensayos piloto se realizan en función de los requerimientos de los clientes.