Justo cuando el Consejo Directivo del INTA negociaba el proyecto del Poder Ejecutivo “para modernizar” esa institución pública, la Federación Argentina de Ingenieros Agrónomos (FADIA), en representación de 22 colegios, consejos y asociaciones de 19 provincias del país, se pronunció en contra del despido de personal y la venta de campos experimentales.
Mediante un comunicado, la Federación dejó en claro su desacuerdo con la política de ajuste. Aclaró que dicha posición no responde a posturas políticas, sino parte desde el punto de vista técnico. Por eso advirtió que los cambios deben hacerse a partir de información precisa y no meramente como una estrategia de reducción de costos.
“Dentro del esquema del INTA existe un mecanismo institucional integrado por Consejos Regionales que juntos con directivos, diagnostican y planifican a largo plazo, las distintas líneas de trabajo o reestructuración según protocolos y reglamentaciones establecidas, que son auditadas por otros pares. Los aportes de investigación y extensión que realiza el INTA en cada región del país es conocida por los que vivimos en el interior y resaltada hoy en cada una de las notas presentadas por numerosas instituciones”, dijeron los agrónomos en el comunicado.
Asimismo hicieron referencia a la venta de los campos que posee la institución y el daño irreversible que significaría esto para llevar adelante importantes investigaciones. “Los campos que posee la institución INTA en las diferentes regiones del país sirven para los numerosos trabajos de investigación y también para que las respectivas cooperadoras ayuden a generar recursos y financiar proyectos que de otra manera seria difícil de concretar en tiempo y forma”, precisaron.
Por otra parte, FADIA destacó la pérdida económica que representa prescindir de jóvenes profesionales dentro del INTA, cuyas consecuencias se verían a mediano y largo plazo. “No es solo achicar gastos sino perder inversiones hechas en capital humano, a través de perfeccionamiento y postgrados, de becarios y jóvenes que forman la planta observando que quizás el hilo se corte por lo más fino, dejando un vacío generacional difícil y costoso de solucionar. Ya se tiene experiencia en ello”, recordó la Federación.
Dentro del comunicado, los agrónomos también subrayaron que el ajuste del poder ejecutivo, no es más que otra muestra del histórico diferendo que existe entre la política y el agro. “Los planteos como estos son recurrentes, tratándose sobre todo de economías regionales y sabemos lo que cuesta llegar a los centros de decisión. Existe un divorcio entre la política y los sectores productivos y falta de coordinación entre dichos sectores. Quizás por lo extenso del territorio o por la diversidad de temas y situaciones o simplemente por falta de discusión de que país queremos”.
Y agregaron: “Hablar y posicionar estos temas, dada su importancia, significa un compromiso que, parte de la sociedad, algunos dirigentes y políticos en particular no están dispuestos y les incomoda asumir esa responsabilidad en el largo plazo. Se requiere decisión, tiempo y paciencia”.