La Federación Agraria Argentina (FAA), la histórica entidad que representaba a los chacareros y que nació tras el histórico Grito de Alcorta de 1912, quedó al borde de una fractura interna que podría producirse la semana próxima. El oficialismo convocó al Congreso Anual para el jueves y viernes en Rosario, pero una representativa porción de dirigentes decidió convocar a una asamblea propia el miércoles 25.
Esa asamblea se realizará en la histórica Sala Lavardén de la misma ciudad de Rosario, un edificio que pertenecía años atrás a la Federación Agraria y desde donde se lanzó una refundación de esa entidad en los tumultuosos años 30.
El estado de cosas es bastante parecido a aquel: la entidad que integra la Mesa de Enlace está virtualmente fundida y ha hecho incluso ajustes sobre los ingresos de sus propios trabajadores. Sus oficinas en Rosario están semivacías y la conducción asumida en 2018 por el mendocino Carlos Achetoni es cuestionada desde múltiples sectores, que ahora parecen decididos a fracturar la centenaria organización.
Muchos de estos sectores, en especial las cooperativas de Agricultores Federados Argentinos (AFA), la Mutual federada o FECOFE, hace rato restaron su apoyo económico a la organización gremial.
En este escenario, la convocatoria a una “asamblea nacional” el miércoles 25 en la Sala Lavardén parece destinada a convertirse en el tiro de gracia a la frágil unidad que presenta por ahora la centenaria FAA. Esta unidad quedó herida cuando en el congreso del año pasado, filiales de Cuyo y NOA se aliaron al “mellicismo” (la fracción de dirigentes entrerrianos que responden al actual senador del PRO, Alfredo De Angeli) para desplazar de la presidencia al santafesino Omar Príncipe y colocar allí al mendocino Achetoni.
Según dicen los detractores de aquella movida de 2018, muchas de esas filiales, especialmente en Salta y Mendoza, son directamente “truchas” y no representan a productores genuinos de cada zona.
En un comunicado de prensa, las denominadas “organizaciones de bases de la FAA y productores autoconvocados” explicaron que la asamblea del 25 servirá para manifestar el “rechazo a la política agropecuaria del gobierno nacional y al alineamiento de la actual conducción de la entidad liderada por Carlos Achetoni, con la administración de Mauricio Macri”.
Es decir que esta fractura tendrá impacto también sobre la Mesa de Enlace, que la FAA integra con CRA, la Sociedad Rural y Coninagro.
El encuentro , en vísperas del 107° Congreso Anual Ordinario de la organización, en la que Achetoni aspira a ser reelecto, reunirá a dirigentes de filiales y cooperativas de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Además comprometieron su presencia referentes de distintas líneas internas de la entidad, como Chacareros Federados, Agrupación Grito de Alcorta y la Fundación Humberto Volando.
Algunas de estas agrupaciones ya habían tomado distancia de FAA luego del conflicto por las retenciones móviles de 2008, e incluso militaban activamente en el Foro Agrario Nacional, un espacio de pequeños productores que llamó a no votar por Cambiemos en estas elecciones. Regresarían a la FAA en un contexto político en el que podría confirmarse como nuevo presidente el peronista Alberto Fernández.
“Nos convocamos para debatir los problemas de los pequeños y medianos productores, como la falta de créditos, importación desmedida de lo que producimos acá, altas tasas de interés, arrendamiento rural, Ley de Semillas, y muchos temas más que hacen a que la producción en pequeña y mediana escala sea inviable. Para ello debemos elaborar propuestas de políticas agrarias dirigidas al próximo gobierno, independiente de su signo político”, aclararon los díscolos en un comunicado.
Un dirigente consultado por Bichos de Campo añadió que “cuando ganó, Achetoni empezó un camino para aislar a todos los que éramos críticos del gobierno de Macri y no son subíamos al optimismo idiota de la Mesa de Enlace, exponiendo las cosas reales que les sucedían a los pequeños productores”.
Según esta visión, la FAA dejó de sostener sus banderas históricas y así resignó discutir planteos históricos como la segmentación de la política pública, una ley de arrendamientos o la propia Ley de Semillas, que entró al Congreso pero cuyo tratamiento quedó pendiente para el año que viene.
FAA es una bolsa de gatos.Muchos de los q están en esa bolsa.son incoherentes y no defienden al productor agropecuario.Si no reconocen el apoyo que recibieron los productores desde Cambiemos para dar vuelta las políticas de Moreno/Peretti.Son ciegos y fanaticos.