Con la equiparación de alícuotas del derecho de exportación para el poroto, harina y aceite de soja –el biodiésel es el único producto que mantiene un diferencial–, los exportadores pasaron a tener de manera automática una mayor capacidad de pago que la industria aceitera.
Cálculos realizados por la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario muestran que ayer 21 de marzo –primer día en el cual comenzó a regir el nuevo esquema de alícuotas unificadas– la capacidad teórica mínima de pago de la soja 2021/22 (por cosechar en abril próximo) por parte de los exportadores era de 435,3 u$s/tonelada, mientras que en el caso de la industria era de 417,0 u$s/tonelada.
Ayer lunes el contrato Soja Mayo 2022 del Matba Rofex, correspondiente a 100 toneladas de soja condición cámara, finalizó en un promedio de 438,0 u$s/tonelada, lo que indica que tanto industria como exportación está abonando “premios” para intentar impulsar la originación de mercadería.
Hoy martes, sin embargo, mientras que el contrato Soja CME Mayo 2022 en EE.UU. finalizó en 623,3 u$s/tonelada con un alza intradiaria de 2,0 u$s/tonelada, la posición equivalente en el Matba Rofex quedó planchada en torno a 438 u$s/tonelada.
En lo que respecta al remanente de la cosecha 2020/21, la capacidad de pago de ambos actores está prácticamente igualada en torno a los 445 u$s/tonelada.
Val recordar que el valor FAS teórico es, como indica su nombre, un cálculo teórico que intenta reflejar la situación promedio del mercado, pero que no considera la situación particular de cada empresa en lo que respecta a posicionamiento comercial, situación financiera y dinámica logística, entre otros factores.
A partir de ayer lunes tanto el poroto como la harina y el aceite de soja deben abonar derechos de exportación por el 33% del valor FOB, mientras que el biodiésel está gravado con una alícuota del 30%.