La desregulación del transporte fluvial implementada por el gobierno nacional a través del decreto 340/2025 crea las condiciones para mejorar la logística granaria argentina.
Si bien el efecto de la medida no será inmediato, el mismo establece las condiciones para que proveedores de servicios de transporte fluvial con barcazas comiencen a evaluar la viabilidad de comenzar a trabajar en el Puerto de Barranqueras en Chaco.
La posibilidad de que productores agrícolas del NEA y NOA envíen camiones hacia Barranqueras en lugar de Rosario para que posteriormente el grano sea transportado en barcazas hasta las terminales del Gran Rosario no sólo permitiría reducir los costos logísticos, sino además descomprimir las rutas y accesos en la zona central argentina.
El hecho de que no se haya instrumentado el servicio hasta el momento –que sería lo más razonable en términos operativos y económicos– obedece a una serie de impedimentos logísticos y regulatorios, uno de los cuales fue dado de baja con el decreto 340/2025.
El Centro de Acopio y Embarque Barranqueras, instalación que la ex Junta Nacional de Granos cedió al gobierno de Chaco, cuenta con una capacidad de acopio de 100.000 toneladas y una capacidad de carga de 150.000 toneladas mensuales de granos, lo que no es mucho para el volumen actual de cosecha en el norte argentino.
Sin embargo, si las condiciones se tornan favorables, podrían eventualmente surgir inversiones que permitan promover un polo logístico agroindustrial que no sólo embarque granos, sino también productos forestales de la región del NEA.
Un ejemplo del potencial que tiene el transporte fluvial en la región puede advertirse con el desarrollo realizado por la corporación brasileña LHG Mining Ltda., integrante del grupo J&F Investimentos, que cuenta con un complejo sistema de barcazas y terminales portuarias para transportar mineral de hierro y manganeso desde Urucum hasta el Puerto de Nueva Palmira en Uruguay, donde se embarca, en su mayor parte, con destino a China.
Por tales motivos, las Bolsas de Cereales y Comercio presentes en todo el territorio argentino indicaron hoy por medio de un comunicado que la desregulación de las vías fluviales “es una medida largamente esperada por el arco productivo, que pone en valor el transporte interno de mercaderías, mejora la logística y reduce costos, especialmente para las regiones más alejadas de los centros de consumo o exportación”.
Por su parte, el Centro de Puertos Privados Comercial señaló que la desregulación del sector del cabotaje marítimo “ayudará a revitalizar el sistema de transporte por agua Argentino y favorecerá a las cargas al acceder a fletes competitivos con gran impacto en la reducción de los costos logísticos favoreciendo el desarrollo regional, el aumento de la producción y el comercio en beneficio de la economía de nuestro país”.