Las cooperativas de trabajo en el sector cárnico no tienen buena fama, porque muchas veces son utilizadas como pantalla por grupos empresarios que se aprovechan de los beneficios.
En Bichos de Campo encontramos una cooperativa de trabajo que maneja un frigorífico y que funciona como un violín. Se trata de la Cooperativa Empleados de Frigorífico Limitada de Paraná, la Cotef, que nació en 2017 luego de que presentara la convocatoria de acreedores de otra cooperativa que manejaba ese establecimiento y que no llegó a un acuerdo con los acreedores.
Los empleados entonces decidieron poner a disposición sus indemnizaciones para levantar la empresa, aunque recibieron también algo de ayuda, “lo que no fue fácil conseguir, porque esta figura no está bien vista”, reconoció Lorena Góngora, su secretaria.
Sucede que detrás de esa figura de cooperativa de trabajadores se esconden operadores que no pagan impuestos, compran en negro y pagan también en negro y mal a los empleados. Este parece ser el caso opuesto.
Aquellos empleados de la vieja Cooperativa de Provisión de Carniceros de repente se transformaron en los 107 asociados de la firma que tienen muchas más responsabilidades que la de un empleado.
Coordinar esas responsabilidades y funciones no fue fácil. “Tuvimos que recurrir al apoyo psicológico grupal e individual y pese a las dificultades que implicó y a los problemas de la economía salimos adelante y tenemos proyectos de crecimiento” dijo Góngora.
Escuchá la entrevista:
El establecimiento faena 4.500 vacunos al mes entre hacienda que compran en forma directa o en los remates feria y lo que aportan los usuarios. La carne la reparten con su propia flota de camiones. De la fábrica salen medias reses, también cuartos y además envasan al vacío.
El frigorífico es de tránsito federal así que además de vender en Entro Ríos comercializan carne en Misiones, Corrientes, Santa Fe y llegaron a atender a clientes de Mendoza y San Juan.
Parte de esa producción se comercializa en las dos carnicerías que abrieron en Paraná para llegar en forma directa al público. Al integrar este eslabón bajan costos, mejoran el margen y llegan con mejor precio al consumidor.
Esta es la historia de la recuperación de la cooperativa, contada por sus socios.
“Estamos trabajando y desarrollándonos con muchos proyectos y apostando al país a pesar de los problemas que tiene nuestra economía” dijo la secretaria de la Cotef.
Uno de esos sueños se está haciendo realidad. Se trata de la comercialización de medallones vacunos o hamburguesas con marca propia, pues se trata de “un producto de alta demanda entre los jóvenes”. Para desarrollarlo tuvieron que invertir en maquinaria y hacer las adaptaciones correspondientes. “Nos falta poco para dar con la receta justa” y así lanzar el producto al mercado, confió la asociada, pero “la demanda está”.
Además esperan exportar: “Es un sueño que esperamos concretar en breve. Queremos llevarlo a cabo lo antes posible, hay que acomodar algunas cuestiones, ya que eso requiere de una inversión importante, pero la economía del país y por ahora no nos permite arriesgarnos a tanto”.
Góngora también se refirió al debate en torno al troceo de la media res impulsado por el Consorcio de Exportadores ABC y que tuvo el apoyo de los funcionarios oficiales, aunque ahora quedó en veremos.
“Nosotros apoyamos el cuidado del personal, del trabajador, hay que cuidar a la gente. Pero creemos que no es la manera. Se lo promocionó diciendo que se iba a abaratar el precio de la carne, lo que es imposible porque va a significar mayores costos”, aclaró.
“Nosotros apuntamos al medio mecánico como opción al troceo, así se evitarían incrementos de costos en una economía que ya tiene alta inflación y el trabajador dejaría de cargar medias reses”, concluyó.