La Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta (COPROTAB) cumplió sus bodas de oro con el cultivo el pasado 1° de julio. Se trata de una empresa social que genera mucho empleo y actividad económica en esa provincia, y que recibe y procesa el tabaco de unos 1.800 productores, que representan cerca del 30% del total que hay en el país.
Según contó su gerente general, Germán Martos, a Bichos de Campo, la firma trabaja con el mismo espíritu con el que nació a inicios de los 70.
“El fin primero y objetivo principal es darle sostenibilidad y sustentabilidad a los productores de Salta. Tratamos de gestionar con la mayor eficiencia posible los vaivenes de la economía para seguir en curso. Son muchos años de vida y auguramos muchos más por delante. El espíritu con el que fue creada la cooperativa se mantiene, es parte de nuestro ADN”, señaló.
Esta es la cooperativa más grande de la provincia norteña y que además posee el mayor acopio del país, donde se industrializa el tabaco que los productores entregan con un proceso de secado previo y en fardos de hasta 50 kilos.
El aporte de sus socios representa nada menos que “el 65% de lo que se produce localmente, en cerca de 21.000 hectáreas. Y a nivel nacional, entre tabacos claros y oscuros, logramos una participación del 25% sobre las 90 a 100 mil toneladas que se producen en el año”.
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Contar con semejante infraestructura y capacidad de procesamiento es un orgullo para la cooperativa, pero según dijo Martos ese no es su único ni el principal sentido económico y social.
La cooperativa asiste a los productores en la entrega de insumos, entre ellos los fertilizantes. “Entregamos entre 11 y 12 mil toneladas a productores según el resultado de su análisis de suelo. Estamos encima de la trazabilidad de los insumos, de los almácigos y del mejor uso de agroquímicos, y nos encargamos de la disposición final de los enveses. Además proveemos combustibles y seguros contra incendios y granizo”, indicó el gerente.
Martos agregó que no se trata sólo de eso, sino del compromiso en la sustentabilidad económica y ambiental de este motor económico que en la provincia es muy fuerte y que representa cerca del 10% de su PBI. “Además damos mucha mano de obra. La cadena del tabaco emplea al 25% de la población”, afirmó.
El directivo de la cooperativa resaltó que la inversión no es sólo en el acopio que tanto llama la atención por su tamaño, sino en todo lo demás que permite la sustentabilidad de los productores en una economía regional castigada como tantas otras por el desorden macroeconómico.
“Nuestro proyecto firme es hacer todo lo posible para dar previsibilidad y sostenibilidad a productores y al cultivo que para la provincia es una actividad determinante, a pesar de los problemas como el tipo de cambios desdoblado, los derechos de exportación y los incrementos de los insumos, que aumentan en pesos y en dólares”, concluyó.