Según un informe internacional firmado por varios organismos globales, el número de personas que pasan hambre en el mundo ha crecido de 613 millones en 2019 a 735 millones el año pasado. Es decir, hay 122 millones de personas con graves problemas alimentarios más en solo 4 años, lo que equivale a un crecimiento del problema en torno al 20%.
La última edición del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) fue difundida este miércoles conjuntamente por cinco organismos especializados de las Naciones Unidas. Lo firman la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
https://twitter.com/FAOenEspanol/status/1679133149761089540?s=20
La conclusión es que el hambre está subiendo, lejos de reducirse. “Más de 122 millones de personas más se enfrentan al hambre desde 2019 debido a la pandemia y a las reiteradas perturbaciones relacionadas con el clima y los conflictos, incluida la guerra en Ucrania”, define el documento. La evidencia del fracaso es más que evidente: “Si las tendencias continúan como están, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de poner fin al hambre para 2030 no se podrá alcanzar”, reconocieron los burócratas internacionales.
El informe revela que entre 691 y 783 millones de personas padecieron hambre en 2022, por lo que el punto medio del intervalo se sitúa en 735 millones. Esta cifra representa un incremento de 122 millones de personas en comparación con 2019, antes de la pandemia de la enfermedad por coronavirus.
En 2022 la comunidad internacional observó “progresos en la reducción del hambre” en Asia y América Latina, pero el hambre siguió aumentando en Asia occidental, en el Caribe y en todas las subregiones de África. Este último continente “sigue siendo la región más afectada, ya que una de cada cinco personas se enfrenta al hambre, más del doble de la media mundial”.
De todos modos, frente a la contundente evidencia de los retrocesos, para la ONU “hay rayos de esperanza”, pues “algunas regiones están en vías de cumplir ciertas metas nutricionales para 2030”, se consolaron los organismos.
El consuelo duró poco. “En general necesitamos un intenso esfuerzo mundial inmediato para rescatar a los ODS. Debemos fomentar la resiliencia frente a las crisis y perturbaciones que causan inseguridad alimentaria, desde los conflictos hasta el clima”, según reconoció António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas desde Nueva York.
“Sin duda, cumplir la meta de los ODS de alcanzar el Hambre cero de aquí a 2030 supone un reto abrumador. De hecho, se prevé que casi 600 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030”, reconocen sin embargo los organismos multilaterales en el prólogo del informe.
Luego algunos datos realmente catastróficos:
- En el informe se constata que, por ahora, alrededor del 29,6% de la población mundial, que equivale a 2 400 millones de personas, no tenía acceso constante a los alimentos, a juzgar por la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave. Entre ellas, unos 900 millones de personas se enfrentaban a una situación de inseguridad alimentaria grave.
- Entretanto, la capacidad de las personas para acceder a dietas saludables se ha deteriorado en todo el mundo: más de 3 100 millones de personas, el 42% de la población mundial, no podían permitirse una dieta saludable en 2021. Esto representa un incremento global de 134 millones de personas en comparación con 2019.
- Millones de niños menores de cinco años de edad siguen padeciendo malnutrición: en 2022, 148 millones de niños menores de cinco años (22,3%) sufrían retraso del crecimiento, 45 millones (6,8%), emaciación y 37 millones (5,6%), sobrepeso.
- Se han registrado progresos en la lactancia materna exclusiva: el 48% de los lactantes menores de seis meses de edad se beneficiaron de esta práctica, cerca de la meta para 2025. Sin embargo, se precisarán medidas más concertadas a fin de alcanzar las metas para 2030 en materia de malnutrición.
Desde 1999, en el informe se siguen y se analizan los progresos mundiales con vistas a poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición. Para la definición de “hambre” se utiliza la siguiente: sensación incómoda o de dolor causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria. En este informe, el término “hambre” es sinónimo de subalimentación crónica y se cuantifica mediante la prevalencia de la subalimentación.
Hay más de 700 millones de personas que sienten eso.