El clima este año está ayudando a que la cosecha de algodón avance viento en popa. Ya se lleva recolectado entre el 60 y 70% de la superficie destinada a este cultivo industrial y con rindes mejores de lo esperado.
Héctor Linke, integrante de la Asociación de Productores Algodoneros, confirmó que los resultados productivos fueron mejores a los que se preveían. La seca de los meses pasados en el noroeste hizo temer lo peor, pero finalmente el cultivo respondió bien y los promedios son buenos.
“Estamos contentos porque el productor puede seguir avanzando y eso ayuda mucho a la economía y al movimiento de la región. Estamos en un promedio de entre 600 a 800 kilos de fibra, pero hay lotes que rinden por arriba de eso, aunque son los menos. Lo ideal sería obtener 1.000 kilos de fibra. Esto hace que el productor tenga buena cara cuando se levanta”, explicó.
Escuchá la entrevista con el algodonero:
Linke destacó que las actuales productividades fueron posible gracias a las nuevas variedades que se están probando en esta campaña: “Con las semillas nuevas del INTA estamos en un promedio bastante alto de rinde de fibra por hectárea. Son semillas que se están probando y nos ponemos contentos porque esto nos permite ver una luz al final del túnel, y suponemos que van a aumentar los promedios anuales”, explicó.
El productor agregó que “hay que felicitar a los técnicos del INTA por el trabajo enorme que hicieron. Estamos todavía bajos en tecnología, no tenemos la que se dispone en Estados Unidos o Brasil, pero en variedades estamos avanzando mucho”.
Luego indicó que es necesarios sumar herramientas en otros aspectos vinculados al desarrollo del algodón y su cuidado. “Estamos afrontando un problema grave, y es que necesitamos tecnología en algodón para soportar las derivas de los 2,4-D porque tenemos un problema que va a ser el yuyo colorado a futuro y no contamos con la tecnología que nos puedan ayudar a competir con tal maleza”, indicó Linke.
En ese sentido, el productor añadió que “estaríamos necesitando la tecnología Enlist en algodón (oferce resistencia al herbicida 2,4-D en soja). En otras partes del mundo la están utilizando pero acá estamos atrasados y la precisamos para estar más tranquilos contra esas super malezas”, indicó.
Linke recordó que el año pasado la pandemia le pegó duro al algodón, pues la caída de la demanda desde el sector textil deprimió los precios. Por fortuna, en 2021 el panorama es bien diferente.
“Hay el precio es muy bueno, de 1,50 a 1,60 dólar por kilo de fibra y llega hasta 1,68 si la calidad es muy buena. Con este promedio de fibra por hectárea (y esos precios) estaríamos salvando los costos y ganando algo, pero la verdad es que necesitaríamos mucha más productividad: pasar hasta 1.300 o 1.400 kilos hasta llegar a 2.000 kilos de fibra”, se ilusionó el algodonero.