La cadena de la carne vacuna de Santa Fe le pidió al gobernador Omar Perotti que interceda ante el gobierno nacional para la apertura total de las exportaciones de carne vacuna. Es la primera provincia donde este reclamo sectorial surge con tanta fuerza porque cuenta con la participación de todos los actores.
La nota fue firmada por Cafrisa (Cámara de Frigoríficos de Santa Fe), las cuatro entidades de la Mesa de Enlace (SRA, FAA, CRA y Coninagro) y también por los referentes del sindicato de la carne a nivel provincial. Como se dijo, es la primera presentación de toda la cadena ante un gobernador. Perotti, de entrada, mandó a decir que no estaba de acuerdo con el cierre de las exportaciones, aunque luego -como sucedió con el caso Vicentín- moderó el tono de sus críticas hasta que se hicieron casi inaudibles.
En la carta, la cadena destaca que la producción, la industria y los trabajadores se ven seriamente afectados directa o indirectamente por las restricciones a las exportaciones dispuesta por el Gobierno Nacional. Por tal motivo solicitan a Perotti “su personal e institucional intervención frente a las autoridades competentes para trasladar la inconveniencia y negativas consecuencias que implica el sostenimiento de estas medidas cuyos objetivos no son alcanzados”.
Luego agregan que los eslabones de la cadena cárnica santafesina decidieron “aunar esfuerzos para participar activamente en las gestiones que el señor Gobernador decida encarar ante las autoridades nacionales”.
Dice la nota que la prohibición parcial de exportar carne redujo el salario de los trabajadores debido a los menores niveles de producción de carne, y a su vez redujo hasta 50% el precio de las vacas, lo que afecta a criadores y a los tamberos, que en Santa Fe se cuentan en gran cantidad.
Pide además la conformación de una Mesa de Trabajo Multilateral integrada por funcionarios, industriales, productores y trabajadores: “Consideramos que estos tres actores constituimos la plataforma productiva que genera inversiones, empleo y divisas”. En ese sentido, alerta que la medida tomada por el presidente Alberto Fernández genera un “inminente peligro de extinción del empleo”.
20210722090433672 (1) (1)Los efectos de la medida del gobierno nacional fueron hasta ahora claramente negativos. Por un lado, aumentó en junio casi 8% el precio de la carne vacuna, cuando la supuesta intención del gobierno era que bajen. Por otra parte, el ingreso de los trabajadores se redujo en torno al 40%, especialmente en las empresas exportadoras por la menor faena vacuna y la pérdida de premios por productividad y horas extras. A su vez, a la industria le aumentó el costo por unidad producida.
A nivel de la producción ganadera se produjo un baja significativa en el novillo de exportación, en las categorías de vacas y produjo un cambio de expectativas que frenó inversiones.
Mientras tanto se sigue esperando por el cumplimiento de la promesa oficial, repetida otra vez esta semana, sobre una flexibilización de las exportaciones que permitiría una mayor venta de los cortes de vacas y de la carne kosher.
Esa promesa fue hecha por el ministro de la Producción, Matías Kulfas, y el de Agricultura, Luis Basterra, frente a diferentes representantes de la cadena de la carne vacuna, pero por el momento no hay novedades y el mal humor crece.