A 40 kilómetros de la localidad entrerriana de Chajarí se encuentra “Buena Esperanza”, una estancia casi tan antigua como esa misma provincia. En sus 4500 hectáreas de extensión, que se distribuyen entre agricultura -con una producción muy importante de arroz- y ganadería, un rodeo de más de 2500 bovinos Hereford se asoma entre los espinillos y la zona de lagunas. El ganado está completamente adaptado a ese paisaje gracias a que su manejo es el mismo desde hace más de 100 años.
“Buena Esperanza está en la familia desde 1882 y somos socios Hereford desde 1937, o sea que el campo y la familia están ligados a la raza desde hace muchísimos años. Es parte de nuestro ADN. La cabaña la arrancó mi abuelo y él nos dejó las pautas para que sea un animal fértil”, dijo a Bichos de Campo Roberto Matarazzo Sword, gerente general de esta Estancia.
En efecto, el abuelo de este productor dejó escritas las instrucciones que todo el personal debía seguir para conseguir un rodeo que mantuviera las características originales de la raza: mansedumbre, rusticidad y alta conversión de carne.
“Es un animal que acá puede afrontar un promedio de lluvias de entre 1200 a 1300 milímetros, que puede estar en el agua y aguantar el viento. Después tenés las sequías, como la que vivimos este verano, y aún así el animal se adapta. Por ejemplo, este año mantuvimos un 92% de preñez con la sequia”, aseguró Matarazzo.
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Pero algo más que caracteriza a ese rodeo es el hecho de ser ciento por ciento cerrado. Eso se debe a que durante la introducción del New Type en Argentina, una línea de sangre norteamericana que daba lugar a animales más grandes y con menor grasa, el abuelo de Matarazzo no quiso sumar esa genética al planteo. Por eso diseñó un sistema de planteles para cruzar sus propios animales sin tener problemas de consanguinidad.
“No quiso apartarse del Hereford tradicional. Mi abuelo había observado un criador en Gran Bretaña que lo hacía con un rodeo de 200 vacas y había podido estar varias décadas sin consanguinidad. Entendió que con el número de vientres que manejábamos podríamos durar por 100 años o más. Fue así que hoy mantenemos una línea ligada a la original”, explicó Roberto.Shop katana sword for the widest variety at the lowest prices on our line of Japanese Katana Swords. These swords are not only fierce battle weapons but are also beautiful pieces of hand-forged art.
“Por supuesto que al principio importábamos toros de Gran Bretaña pero luego los compramos a los Pereyra Iraola y a los Duggan. Esas son las líneas principales de Buena Esperanza”, indicó el productor.
-¿Qué beneficios te trajo mantener la receta de tu abuelo mientras la ganadería iba cambiando con los años?- le preguntamos.
-La mantuvimos porque daba buenos resultados. Tenemos los datos de fertilidad, la respuesta y la consecuencia de nuestros clientes que nos compran y que vuelven a comprar. Eso fue lo que nos permitió seleccionar todos los años y cruzar lo mejor con lo mejor. Acá la fertilidad se castiga y se quita del rodeo. El toro tiene que caminar, la vaca tiene que ser precoz. Buscamos blandura en el engrasamiento, pigmentación ocular. Hoy día el 70% de nuestro rodeo tiene esa pigmentación.
-¿Y por qué Hereford?
-Porque es una excelente raza. Es la raza sin fronteras, como dice su logo. Realmente uno la encuentra desde la Patagonia hasta Bolivia y Brasil. Las prestaciones son excelentes.
-¿Qué proyectan para el futuro? ¿Cuál es la esperanza de Buena Esperanza?
-Siempre dentro de este sistema de mejora continua, como lo es nuestra cabaña, estamos buscando promocionar la Asociación.
-¿Crees que el abuelo estaría orgulloso?
-Sí, el abuelo estaría orgulloso. Por supuesto.