En pleno año electoral –el próximo 24 de octubre se elegirán legisladores en todo el país– el agro aportará muchos más recursos que los proyectados inicialmente.
Las compras frenéticas realizadas por China, junto con un posicionamiento agresivo de los fondos de inversión especulativos, provocaron en los últimos meses una suba considerable de los precios internacionales de los commodities agrícolas.
Adicionalmente, si bien aún falta un buen tramo para definir el resultado final de los cultivos de maíz y sojas, la campaña climática no resultó en general ser tan perjudicial como se preveía (aunque algunas regiones productivas fueron muy afectadas por la falta de agua).
En ese marco, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó que en 2021 el Producto Bruto Agroindustrial de la Argentina alcanzaría 40.244 millones de dólares, una cifra 9122 millones más que los estimados al inicio de la campaña en septiembre pasado.
“Ese crecimiento del 30% está explicado por un aumento de los precios internacionales promedio, superior al 40%, que compensa con creces la caída estimada en las cantidades como consecuencia de la sequía”, apuntó un informe difundido hoy por la Bolsa de Cereales.
La mayor parte de este crecimiento proviene de la cadena de la soja, que registraría un Producto Bruto superior en 5855 millones de dólares al estimado inicialmente. La caída en la estimación de producción para la campaña 2020/21 tendría como consecuencia un leve retroceso de la molienda y una caída en las cantidades exportadas de poroto, las cuales se compensarían con las subas de los precios de granos y subproductos.
En el caso del maíz, el incremento en el Producto Bruto sería de 2200 millones de dólares, a pesar de la caída en las cantidades producidas y exportadas respecto a lo estimado en septiembre.
Se exportarían así granos y subproductos por un valor de 34.642 millones de dólares, mientras que la recaudación fiscal se estima en 13.500 millones de dólares, una cifra 26% superior a la pronosticada en septiembre de 2020.
“La recaudación por derechos de exportación se estima en 7641 millones de dólares, casi 2000 millones adicionales a lo estimado en nuestro lanzamiento de Campaña Gruesa 2020/21”, remarca el informe.
En el caso de que la sequía cause un impacto mayor en las cantidades estimadas, lo que podría confirmarse al ingresar las cosechadoras y tener una medida más precisa de la afectación de los rendimientos por hectárea, los valores podría reducirse, aunque no mucho.
En un escenario con una producción estimada en 42 millones de toneladas de soja y 44 millones de maíz, la estimación del PBA total se reduciría en 1154 millones de dólares, el valor exportado en 940 millones y la recaudación fiscal en 370 millones de dólares.