El fuerte crecimiento en la demanda de carne vacuna por parte de China “es un factor que seguirá estando vigente en el mediano plazo”, según proyectó este lunes un informe del Rosgan (Mercado Ganadero de Rosario). Esta misma visión fue alimentada por los empresarios que participaron en ese país de una nueva exposición de la mano del Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). La aspiradora tiene batería para rato.
En su informe semanal, el Rosgan destacó que el mapa exportador de la Argentina “ha cambiado drásticamente” en los últimos cinco años “a causa de la irrupción de China en el mercado de carne vacuna, producto de la crisis ocasionada por la Fiebre Porcina Africana (PPA)”.
“Considerando los primeros nueve meses del año, en 2015 China llevaba el 30,1% de nuestras exportaciones totales -carne enfriada, congelada y procesada sin incluir menudencias- mientras que en la actualidad su participación asciende al 73,4% del mercado total”, precisó el Rosgan. Este mercado se triplicó al pasar de unas 108.000 toneladas en 2015 a cerca de 380.000 entre enero y septiembre del corriente año.
“Este exponencial crecimiento ha llevado a reducir la participación de otros mercados tradicionales como Rusia -al que prácticamente ya no se está exportando- o incluso Chile que, sumado a su crisis interna, le está costando competir en precio”, señaló el informe.
En el mismo sentido, el IPCVA informó que el domingo cerró sus puertas la segunda edición de la gigantesca China International Import Expo (CIIE) que se realizó en Shanghái. “Fueron seis días de locura -casi un millón y medio de visitantes calificados, según los organizadores- para los exportadores argentinos que participaron en el Pabellón Argentine Beef, uno de los más visitados por los importadores”, relató el instituto. Y explicó que “el crecimiento económico de China, sumado a la trágica peste porcina africana que diezmó su rodeo porcino, impulsan el crecimiento sostenido de importaciones de proteína animal. En ese contexto, la demanda de carne argentina siguó creciendo, como también los precios, ratificando que se trata de un mercado que literalmente no tiene techo”.
Sobre las perspectivas del negocio, el Rosgan menciona un reciente informe del banco holandés Rabobank, según el cual “China necesitará al menos cinco años para reequilibrar su mercado doméstico de carnes”. Sucede que “el bache generado en la oferta de carne porcina provocará cambios en los hábitos de consumo y dará paso a otras carnes (vacuna y aviar) que pasarán a integrar una mayor porción de su dieta”.
“Prueba de este cambio es la metamorfosis que se ha estado observando en el perfil de las compras de China: mientras que históricamente su corte predilecto era el famoso ‘Shin’ y ‘Shank’ (garrón y brazuelo), presionado por la necesidad de abastecer su demanda interna durante el último año comenzó a llevar vaca en manta”, detalló.
El país asiático “pasó a comprar esa misma vaca manufactura en cortes, para finalmente terminar en cortes de la rueda e incluso otros del delantero, que comenzarían a solaparse con los que usualmente se venden al consumo doméstico”, aunque esta competencia por cortes de consumo “no parece ser significativa hasta el momento”, según el Rosgan.
“Si analizamos la evolución de los precios domésticos contra el volumen que han estado llevando los chinos en los últimos 12 meses, vemos que el ‘efecto China’ sobre el mercado interno aún no resulta visible”, se destacó, dando cuenta de que “el precio promedio de los distintos cortes de carne vacuna muestra (a nivel local) un aumento interanual cercano al 45%, más de ocho puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación acumulada”, que fue del 53,8%.
De todos modos, el Rosgan advirtió que la mayor competencia de China contra el consumo interno, a mediano y largo plazo requerirá “trabajar sobre una estrategia productiva acorde, fomentando el crecimiento de la producción tanto en número de animales como en peso de faena”.