La Asociación Semilleros Argentinos (ASA) celebró este lunes con un cóctel en la Bolsa de Cereales su 70° aniversario. No es tanto tiempo si se tiene en cuenta que al menos los últimos diez años de esa entidad gremial los utilizó vanamente para reclamar de las autoridades nacionales y los legisladores un nuevo marco jurídico que permita a las empresas del sector recuperar la inversión en el desarrollo de nuevas variedades y la incorporación de tecnología en las semillas.
El reclamo por una nueva Ley de Semillas se inició por lo menos en 2009 y el primer proyecto de ley para modificar la vieja normativa vigente desde 1973 data de 2012, pero nunca prosperó. Por eso el pedido se repitió en el acto de ASA. Lo dijo la presidente de la entidad, Lorena Basso, quien proviene de la empresa Semillas Basso, especializada en maíz pisingallo y cultivos hortícolas. El ministro de Agricultura del nuevo gobierno, Luis Basterra, era esperado pero faltó a la cita.
“Somos más de 70 empresas semilleras chicas, medianas y grandes; nacionales y multinacionales, representando todos los cultivos y zonas productivas del país. Hacemos mejoramiento genético en trigo, girasol, maíz, en especialidades como pisingallo o maní, así como también trabajamos en horticultura, en soja, en algodón y otras especies más”, presentó Basso a la Asociación, de modo de descalificar a quienes califican la ley reclamada como “la Ley Monsanto”.
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Basso aclaró también que “un gran porcentaje de nuestros socios son empresas Pymes, especialmente empresas de familia. Como es mi caso y tantos otros, la empresa lleva el apellido de las familias siendo en algunos casos segunda o tercera generación de semilleros. Entre nuestros socios hay empresas con 100 años en la actividad y otras como nosotros, próximos a cumplir 90 años”.
La presidenta de ASA destacó que en promedio las semilleras locales invierten el 9% de su facturación en Investigación y desarrollo. “A nivel de producción invertimos en procesos y equipamiento de primera línea para producir semillas de calidad con estándares internacionales y así nos posicionamos en el mundo como semilleros de contraestación”, aseguró. También remarcó que la industria es generadora de “empleo de alta calidad”, con más de 115 mil personas ocupadas en todo el país.
Peor la mismo tiempo, Basso remarcó que para el sector “es esencial lograr un acuerdo social y tecnológico macro”
“Nuestro pedido es genuino y lleva ya muchos años: es imprescindible que la Argentina cuente con una nueva ley de semillas, una legislación que sea simple, que sea moderna y que este adecuada a la realidad de hoy pero también que tenga una mirada al futuro”, afirmó la directiva.
Y añadió: “Queremos una ley superadora que nos permita competir en el mundo en igualdad de condiciones, que promueva la inversión, la tecnología, la innovación y genere trabajo. Nos debemos esta discusión, invitamos a todos los actores a sentarse a la mesa del dialogo y juntos tomar decisiones que conformen a todos”.