Por Matías Longoni.-
Avisó Sebastián Romano, uno de los productores de Salta que hace unas semanas protestó en Plaza de Mayo por la importación indiscriminada de banana desde Ecuador, Paraguay y Bolivia, que este último país está a punto de imponer una barrera paraarancelaria a ciertos productos de la Argentina. “Una medida proteccionista de Bolivia que afecta a producción de la Argentina, mientras tanto la banana sigue entrando sin límites”, alertó Romano.
La información dice que desde diciembre de 2017 y hasta junio de 2018, el gobierno de Bolivia decidió prohibir la importación de cebolla, tomate, ajo y papa provenientes de Argentina, debido a las pérdidas que sufren sus propios productores por estas importaciones. El vecino país también restringiría el ingreso de mercaderías desde Perú y Chile.
Sería, de concretarse esta medida, una postal más de la Argentina ingenua, que no pone límites a ninguna de las importaciones que compiten con su producción (hay varios casos, como las bananas, la carne porcina, las manzanas o los vinos), pero a la vez no reacciona cuando otros países le prohíben el comercio de sus propios productos.
En el caso boliviano, los productores de las localidades del sur de ese país, como Culpina, Las Carreras, Yunchará y El Puente, de los departamentos de Tarija y Chuquisaca, se ven amenazados por la competencia de mercadería importada y alzan la voz. Al parecer, los productores mantuvieron una reunión con el ministro de Desarrollo Rural, Cesar Cocarico, quien le prometió el cierre de las fronteras varios meses a partir de diciembre próximo.
“Ha habido un compromiso de elaborar un proyecto de ley de restricción a los productos de ajo, papa, cebolla y tomate de Perú, Argentina y Chile, que en gran manera ingresan sin control de sanidad. Desde diciembre 2017 se va a restringir. No va haber ingreso de estos productos, pero siempre resguardando que el precio no se eleve y que nuestros productores tengan el mercado correspondiente y que no sean afectados por el contrabando”, declaró Eusebio Cordero, portavoz de esos grupos de productores.
El ministro Cocarico, por su lado, manifestó que el consumo local de estos cuator alimentos alcanzará 84 mil toneladas en 2017, y que las importaciones cubren de 15 a 16% del mercado local.
“No me gusta este número, hermanos. Importar 15%, hermanos, es mucho y no vamos a autorizar. (Los importadores) no dan certificados fitosanitarios y siguen llegando solicitud de autorización desde el Perú”, dijo la autoridad boliviana.
No es la primera vez que se aplican barreras como estas. En enero pasado, el Gobierno de Bolivia decidió prohibir las importaciones de uva para vinificar de Argentina y Chile para proteger y beneficiar a su propia industria.