En función de datos del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) presentó una actualización del rol que tiene la Argentina en el mercado mundial de carne vacuna, y que muchas veces se pierde de vista. El país aportará en 2019 casi 5% de la carne producida en todo el mundo, pero la mayor parte quedará para atender el consumo de los propios argentinos, que nos comemos 4% del total.
El informe parte de destacar que -siempre según el USDA- en 2019 la producción de carne vacuna llegaría a 62,59 millones de toneladas. En este aspecto, la oferta, “el principal productor es Estados Unidos, que acapara casi un 20% del producto global. Argentina ocupa el sexto lugar, con casi un 5% del total”.
Las 62.593.000 toneladas de carne vacuna esperadas este año resultan ser “la mayor producción de la historia”. Los países que impulsan este récord, además de Estados Unidos, serán Brasil y China. La Unión Europea, la Argentina y Australia, en cambio, retrocederán unos escalones. En nuestro caso, se espera una oferta de 3,025 millones de toneladas, 1% menos que en 2018. Eso representa el 4,8% del total mundial.
“Nuestro país se encuentra en el sexto lugar entre los mayores productores a nivel mundial. Para el largo plazo, Rabobank estima que en 2027 la producción nacional alcanzaría las 3,4 millones de toneladas, con expectativas de que la mayor oferta se destine principalmente a las exportaciones”, indicó el trabajo de la BCR.
Frente a la oferta global de carne vacuna, el consumo también subiría 1% este año, alcanzando las 60,7 millones de toneladas, en especial por las necesidades de China de sustituir su producción de carne de cerdo, afectada por la aparición de la peste porcina.
“En la Argentina el consumo se retraería un 4% en el presente año, es decir, más que proporcionalmente que la producción, lo que significa un mayor saldo exportable que podría ser aprovechado para abastecer las crecientes necesidades de los principales demandantes de carne”, indicó el documento. Según otras estadísticas internas, por la crisis económica la retracción del consumo será mayor, de casi 8% respecto de 2018.
Pero aún así, la Argentina aportará a grandes rasgos casi 5% de la oferta mundial de cortes vacunos, se comería el 4% de la carne ofertada a nivel global, con 2,44 millones de toneladas.
Como se apuntó, el descenso del consumo interno de carne vacuna permitirá liberar una porción mayor de la producción para los mercados de la exportación, en un contexto muy favorable para hacerlo. “El comercio internacional de carne de vaca crece con fuerza en 2019. Las importaciones a nivel global ascenderían un 4% interanual, ubicándose en 8,98 millones de toneladas, que es el mayor registro contabilizado”, precisó la información. La líder en importaciones será China, que daría un gran salto en sus compras del 15%, demandando 1,7 millones de toneladas.
El de los importadores es el único ránking del cual no participa la Argentina, a la cual le alcanza y sobra con su producción para atender su elevado consumo doméstico. Lo que sobra, justamente, va a atender ese mercado.
“El 2019 será un año muy positivo para los países que abastecen al mundo de carne. Las exportaciones mundiales de carne vacuna aumentarían un 3% logrando un total de 10,8 millones de toneladas”, precisa el trabajo.
Brasil, la India y los Estados Unidos estarían aprovechando este contexto favorable: con subas anuales del 6%, 9% y 3%, respectivamente. Australia y Nueva Zelanda, con condiciones climáticas adversas, tendrían mermas bastante significativas. Pero “la Argentina tendría mejor suerte y sus exportaciones subirían un notable 14% interanual, cerrando el año con 580 mil toneladas de carne vacuna enviadas al exterior”, según la estimación del USDA, que muchos consideran demasiado conservadora. En el gobierno local, en rigor, se habla de más de 700 mil toneladas colocadas este año en el extranjero.