“Buscamos ordenar el funcionamiento del sector exportador de carnes porque encontramos un montón de irregularidades de procesos de subfacturación de exportaciones”. Así lo aseguró hoy el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en referencia al motivo que impulsó la decisión de cerrar las exportaciones de carne vacuna por el término de 30 días.
“En el primer trimestre de este año la cantidad exportada aumentó 22%, pero en dólares ingresó la misma cantidad que el año pasado en un contexto en donde los precios han ido hacia arriba”, afirmó Kulfas en declaraciones realizadas a la radio AM750.
Incorrecto. Las estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura muestran que en el primer trimestre de este año se exportaron 209.079 toneladas res con hueso (+18% que en el mismo período del 2020) a un valor promedio de 2955 u$s/tonelada res con hueso versus 3477 u$s/tonelada en enero-marzo de 2020.
Según el funcionario, existen “elementos contundentes de que hubo algunos exportadores que le robaron al país unos cuantos dólares y esto lo queremos ordenar ya; en cuanto los organismos correspondientes terminen de corroborar estos procesos, van a actuar con todas las de la ley, pero lo que no queremos que esto siga ocurriendo”.
Al momento de especificar cuáles son las empresas que incurren en la subfacturación, Kulfas aclaró que “son situaciones puntuales; no voy a entrar en detalles de nombres porque es un tema que lo están manejando las autoridades competentes, la Afip, Aduana, la Dirección de Control Comercial Agropecuario, que tienen todas las denuncias correspondientes en la Justicia y ahí se terminará de determinar la situación”.
En ese sentido, el ministro ratificó la evidencia detectada por Bichos de Campo al solicitar, por medio de un pedido de acceso a la información pública, que se informe el listado de las supuestas empresas exportadoras que habían cometido subfacturaciones. Los datos aportados por el Estado nacional permitieron vislumbrar que no existen evidencias de un fenómeno significativo de subfacturación de exportaciones en el rubro cárnico bovino.
El ministro, con un argumento no del todo encariñado con la lógica, dijo que el cierre de exportaciones “no va en detrimento de pensar que estar mal exportar carne, porque hay un montón de frigoríficos que lo hacen correctamente, ajustado a la ley, y queremos que eso se desarrolle más”.
“El país necesita exportar más porque cuando prioriza fuertemente el mercado interno y descuida el mercado internacional lo que termina ocurriendo es que nos quedamos sin dólares. Pero al mismo tiempo hay compatibilizar el mercado interno y el externo; nuestra visión es que esto es compatible, pero que requiere de políticas específicas, no es algo que se dé de manera natural”, aseguró Kulfas
El funcionario dijo que “esto requiere una estrategia productiva, porque Argentina tiene un estancamiento en la producción de carne vacuna” que no evolucionó en función del crecimiento de la población.
“Lo que estamos conversando con el sector es garantizar que en la Argentina exista una oferta de carne –en algunos cortes en particular– con precios accesibles, y que lo demás se pueda exportar; que podamos tener una estrategia que cuide el mercado interno y que al mismo tiempo una inserción exportadora”, explicó.
Al respecto, mencionó que la reunión que mantuvo ayer con representantes del sector cárnico “fue muy buena” e informó que ”lo que planteamos no es un cierre definitivo ni eterno de exportaciones, sino un cierre temporal de 30 días con dos objetivos: ordenar el funcionamiento del sector para evitar prácticas especulativas e ilegales, y el segundo es generar un mecanismo con los sectores que componen esa cadena, que es bien compleja, para garantizar el desarrollo armónico de la exportación y el mercado interno”.
“Si encontramos la solución, van a ser menos de 30 días. Si en las próximas semanas, fruto del diálogo con los sectores y temas que estamos analizando nosotros, encontramos una solución de que exista una oferta de carne para el mercado interno a precios accesibles, el presidente (Alberto Fernández) ha dicho que lo va a levantar antes de los 30 días”, añadió.
En definitiva: el gobierno, tal como sucede con los lácteos, los aceites vegetales, los pollos y la harina de trigo –entre otros alimentos básicos–, está exigiendo que el sector frigorífico subsidie con sus propios recursos los precios de determinados cortes bovinos destinados al mercado interno, algo que no resulta sencillo por la enorme cantidad de participantes que integran el sector.
“No nos puede pasar que el asado trepe a niveles que son el doble del valor de la inflación; hay un tema que no tiene que ver con los costos (de producción), sino que hay una fuerte especulación en este mecanismo vinculado con el mercado externo”, se quejó el ministro.
De todas maneras, en términos relativos los precios de la carne vacuna en el mercado argentino son muy baratos, dado que, por ejemplo, el valor del asado en cadenas de supermercados de Montevideo, Uruguay, se encuentra en 331 pesos uruguayos por kilo, un valor equivalente a 975 pesos argentinos.
¿Qué opinaba Matías Kulfas sobre la intervención del mercado cárnico antes de ser ministro?
Si las ventas subieron el 18% y, a precios constantes, la facturación no solo no acompañó sino que se contrajo un 9% (hice una regla de tres con los valores del cuadrito) estamos hablando de una diferencia del 27%.
Para establecer si una magnitud es “mucho” o “poco” hay q ser experto en el tema y no es mi caso. Sin embargo la lógica me indica que una sub-facturación de cualquier cosa por el 27% no parece marginal o poco significativa.