La postal que dejó el domingo electoral en tierra bonaerense confirmó la tendencia observada cada vez que se abrieron las urnas durante este año: Los grandes ganadores fueron los gobernadores. Ya pasó en Salta, Jujuy, Misiones, Chaco, Corrientes, Santa Fe y San Luis; ahora se suma Buenos Aires con Kicillof a la cabeza.
Aunque, en líneas generales, las elecciones de medio término suelen ser favorables para los oficialismos, la particularidad es que, este año, la mayoría de las contiendas fueron nacionalizadas. Eso le permitió a La Libertad Avanza hacer propios los triunfos de distritos como Chaco, San Luis o CABA (el único en el que no se impuso el oficialismo), pero también lo obligó a cargar con las derrotas en manos de gobernadores fortalecidos.
Esa oleada de reveses en las urnas no es un tema menor para el gobierno nacional, si se la enmarca en la contienda que ha mantenido con los mandatarios del interior durante los últimos meses por el magro envío de fondos y el freno dispuesto a la obra pública en todo el país.
La victoria generalizada de Fuerza Patria en territorio bonaerense, con 6 de las 8 secciones electorales teñidas de celeste, forzó un pedido de autocrítica por parte del jefe de gabinete, Guillermo Francos. “Hay una distancia entre lo que opina la gente y lo que el gobierno propone”, expresó el funcionario durante esta mañana.
Pero, aunque anteriormente ya había sufrido otros embates electorales en manos de los oficialismos, es un mensaje contundente que el gobierno recién ahora esgrime.
Como en cada “control de daños” luego de una derrota en las urnas, quedará por ver cuáles serán los frentes que atacará Casa Rosada. Lo que queda claro, una vez más, es que los gobernadores, con quienes ha alternado la soga al cuello y el coqueteo, son jugadores cuyas demandas no podrá soslayar, sobre todo para tejer alianzas luego de octubre.
Hasta ahora, el 2025 no ha sido un gran año en las urnas para La Libertad Avanza. A pesar de algunos triunfos aislados, el grueso de los comicios se los llevaron sus competidores, muchos de los cuales se embanderan en un armado nacional -Provincias Unidas- de cara a los comicios del 26 de octubre.
De esa liga de gobernadores, varios ya pueden mostrar los dientes sin problemas. Es el caso del santafesino Maximiliano Pullaro, que el pasado 29 de junio impuso sus candidatos en el 80% de las localidades provinciales; del gobernador correntino Gustavo Valdés, que viene de festejar el triunfo de su hermano en las urnas; o del mandatario jujeño Carlos Sadir, que se impuso en mayo y hoy se alinea con sus pares del interior.
En las sucesivas elecciones provinciales se advierte un claro llamado de atención que el Gobierno Nacional debe atender. Sin gestión, no hay futuro.
La gente no quiere más gritos, quiere hechos. Los argentinos queremos crecer y desarrollarnos con seguridad y en paz. Desde el…
— Maximiliano Pullaro (@maxipullaro) September 7, 2025
A ese armado electoral que busca posicionarse como tercera fuerza también adhirieron Ignacio Torres, gobernador de Chubut, Claudio Vidal, de Santa Cruz, y Martín Llaryora, de Córdoba.
Todos ellos, si bien resultan ser aliados del gobierno en el Congreso en momentos clave, han reavivado el reclamo por la coparticipación del fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el impuesto a los combustibles; así como por la reactivación de las obra pública -particularmente hídrica y de rutas- en todo el país.
Como contrapartida, hasta el momento el gobierno se ha podido acaparar los triunfos de Leandro Zdero en Chaco, a partir de la alianza que sellaron con el gobernador; de Claudio Poggi en San Luis, con quien ya mantienen un acuerdo para competir juntos en octubre; y de Manuel Adorni en CABA, el único triunfo no oficialista hasta el momento, pero clave en lo que significó la derrota de Jorge Macri.
El cuadro de los comicios, que completó el arrollador triunfo de ayer por la noche, lo integran también Misiones y Salta. En el primer caso, en medio de tensiones internas con LLA, los laureles se los llevó el oficialismo del Frente Renovador de la Concordia, impulsado por Carlos Rovira. En el segundo, el triunfo fue para el Frente Unidos del gobernador Gustavo Sáenz, quien festejó lo logrado por Kicillof en Buenos Aires.
En las distintas elecciones provinciales, el mensaje de las urnas es un claro llamado de atención que el Gobierno nacional debe escuchar con grandeza, humildad, respeto y humanidad.
No más discursos de odio, nada bueno puede construirse desde ahí. No volver al pasado, discutir…
— Gustavo Sáenz (@GustavoSaenzOK) September 8, 2025
Tal vez la “autocrítica” de la que habla Francos no comulgue del todo con el mensaje un tanto contradictorio que dejó Milei ayer en el escenario, en el que aseguró que no se modificará el rumbo, sino que se “redoblará”, a pesar de que dice haber escuchado el mensaje de las urnas.
Si redoblar el rumbo implica mantener una relación de “amor-odio” con los gobernadores, signada por los recortes presupuestarios para negociar apoyos en el Congreso e intercambiar obras y fondos por votos, restará por ver si esa es la lógica a la que se éstos se plegarán.
Hasta ahora, fue lo que le funcionó al gobierno para evitar grandes sobresaltos. Pero la falta de apoyo concreto en los comicios, sumado a un posible fortalecimiento de los mandatarios -que deberá confirmarse en todo caso en octubre- podría impulsar algún cambio en esa estrategia.