Juan Dreiling siempre supo que si destino era en el campo o ligado lo más posible a la producción agropecuaria.
Su padre es productor en Entre Ríos y con esfuerzo le pudo pagar estudios universitarios en Buenos Aires, donde se recibió de ingeniero agronómo.
Juan tuvo su paso por la Bolsa de Cereales, participó del equipo que cada semana hace el panorama agrícola semanal que da cuenta de los avances de siembra, cosecha y estado de los cultivos.
Pero las raíces tiraban y por eso decidió volverse a Gualeguaychú, donde pudo organizar su familia y su empresa. Allí se instaló nuevamente en 2017.
Desde entonces pasó por varias actividades, todos vinculadas a la comercialización de insumos en empresas importantes, hasta que decidió abrirse paso por su cuenta y armar su propia agronomía, con la que atiende a productores de la zona.
“El fuerte sigue siendo la venta de semillas de cultivos extensivos como soja, maíz y girasol, aunque también vendemos especialidades que fueron creciendo en estos años y los insumos necesarios para la campaña. Tratamos de dar un plus al productor y eso incluye la venta de bioinsumos”, contó.
Esa lista de insumos biológicos incluye los bioestimulantes, fertilizantes foliares, enzimas para rumiantes e inoculantes para los silos de maíz. “Buscamos ofrecer productos que otorguen un diferencial tanto a nivel de la producción como de la renta, que es algo siempre buscado y muchas veces muy complicado de conseguir. El agricultor busca ser cada vez más eficiente”, dijo Dreilling.
El agrónomo sostuvo que la tendencia al uso de productos biológicos es muy marcada y que cada vez se los piden más. “Hoy las empresas proveedoras están desarrollando muchos productos de esa línea, se está dando un proceso de reconversión porque el productor lo pide, hay una conciencia mayor del cuidado del medio ambiente”, agregó.
Para que ese proceso se apuntale más se requieren de varias cosas, dijo el insumero. Entre ellas destacó la necesaria renta: “El productor reinvierte, no hay empresa más nacionalista que la agropecuaria, todo lo que se gana queda en el campo”.
Además, hace falta que esa nueva línea de insumos de buenos resultados productivos y tengan precios competitivos.
“Los insumos químicos siguen teniendo mucho peso en el negocio, pero los biológicos van ganando espacio porque con el paso del tiempo fueron mejorando en su eficiencia. Antes su impacto era dispar, ahora es mucho más homogéneo. Por otra parte, se están logrando precios de venta muchos más competitivos y eso también ayuda a que los productores de granos y de carne cada vez los pidan más”.
Juan dijo que la tendencia está marcada y que “el productor los está adoptando de forma muy rápida, porque en este negocio funciona mucho el boca en boca, y si al vecino le sirvió, al otro le pica el bichito y sale a averiguar de qué se trata y a probar”.
El agrónomo además tuvo consideraciones respecto de lo que pasa tranquera afuera. “Para que el negocio agrícola crezca se necesita rentabilidad, el productor es un fanático de lo que hace y siempre quiere ir por más. Lamentablemente la política se abusa de eso. No lo digo solo por las retenciones sino también por la falta de inversión en infraestructura”.
“Hay mucho por mejorar en las rutas y los caminos en la provincia. En muchos casos el estado es horrible, y no sólo en Entre ríos. Gracias a mi trabajo en la Bolsa de Cereales recorrí casi todo el país y la situación se repite. Esa es una de las grandes deudas de la política con el sector”, finalizo.