Tras la salida de Matías Lestani de CRA y el anuncio de que asume como Secretario de Agricultura habló Jorge Chemes, el titular de la entidad, es decir, el hasta hace pocos días jefe del nuevo funcionario. Chemes también ratificó la salida de Confederaciones Rurales del Consejo Agroindustrial Argentino.
“En la entidad la decisión de Matías impactó mal, cada uno puede decidir como quiera pero la gente considera que fue una salida al menos desprolija, tiene información de la entidad y es incómodo porque pasó a un sector con el que no estamos confrontando pero sí tratando de negociar”, explicó.
Chemes dijo que algunos lo tomaron como una traición, y que en lo personal no se siente golpeado pero que “como en todo trabajo deben tomarse las previsiones para que no vuelvan a ocurrir”.
A partir de ahora tendrán que verse con Lestani mesa de por medio. Por caso habrá pronto más reuniones por el fideicomiso de trigo y maíz que se pondría en funciones en pocos días más. En tal sentido dijo: “No va a ser una situación cómoda, pero por lo menos conoce la situación del productor, si es que le queremos encontrar algo positivo a la situación. En ese sentido, sería un avance, pero veremos cómo se usan esas herramientas y para qué lado se juega”.
Chemes también se refirió a la salida de CRA del Consejo Agroindustrial, un espacio que ahora solo cuenta con la participación de Coninagro, ya que también renunciaron Federación Agraria y Sociedad Rural Argentina.
“Nos bajamos porque creemos que pasó un tiempo suficiente desde que se creó el CAA cuyo objetivo era ir hacia adelante como cadena, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta que los beneficios quedaban en los eslabones intermedios y el productor quedaba relegado y mucho más cuando vimos la reacción sobre el fideicomiso de maíz y trigo porque los fondos saldrán de los productores”.
“En estas circunstancias nos pareció que estaban agotadas todas las instancias. Tenemos que responder a lo que nos piden los productores que hace tiempo nos pedían que nos fuéramos”, añadió.
Luego agregó que en el sector cada eslabón se mueve según sus intereses y que en el desorden económico y político una iniciativa como el CAA no puede funcionar bien.
“El desorden económico hace que los eslabones se muevan como “gato entre la leña” y el más débil es el productor que termina pagando las consecuencias de los reajustes intermedios por una economía desordenada y política que no le ponen límites al accionar de los eslabones o por políticas equivocadas. La industria y la exportación buscan como acomodarse y nosotros ligamos los golpes en el lomo”.