El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, afirmó hoy que los productores piden “reglas claras” y que la carga impositiva “es imposible de soportar”, aunque no ve posible un nuevo enfrentamiento con el Gobierno como en 2008.
En una entrevista con la agencia estatal Télam, el presidente de CRA destacó que el actual Gobierno nacional “tiene visiones que no están equivocadas” en cuanto a ayudar a las pymes del interior, y afirmó que hay que diferenciar en las asambleas de productores a “quien viene a protestar porque tiene bronca de haber perdido las elecciones”.
-¿Cómo está el campo hoy? ¿En qué situación se encuentra el sector?
– No es fácil dar una opinión general de situación, porque la diversidad de la producción hace que la situación sea muy diversa. Si uno toma la generalidad, se llega a la conclusión de que el campo no está bien, porque no tenemos financiación ni créditos a tasas razonables. Con un interés del 80% es imposible. La financiación en el campo es sumamente importante, porque las inversiones que uno hace se ven dentro de cuatro o cinco años, y nadie tiene un bolsillo para aguantar y se dedique a otra cosa.
Por otro lado, hay un sector ganadero que es el que mejor está porque la situación de exportación con China cambió el panorama notablemente. Hay un sector agrícola que está tratando de sostenerse como puede, y ahí hay que dividir al productor que está endeudado, que está desesperado, y el que no.
Y hay un tercer segmento que son las economías regionales y están muy mal. Si hay que hacerle una crítica al gobierno anterior es la poca importancia que se le dio a esto, y no tomó consciencia de que son el principal motor del país. Se hizo un diagnóstico equivocado, porque todo lo que es ganadería-agricultura es la macroeconomía agropecuaria que se financia a través de exportaciones; pero las economías regionales dan mano de obra, son empresas familiares, las plantas de las pymes regionales gastan la plata localmente y generan un dinamismo que cuando no está terminan con pueblos empobrecidos.
– ¿Cómo considera la gestión del anterior gobierno en política agropecuaria? ¿Cuáles fueron sus aciertos y sus errores?
– La eliminación de las retenciones fue algo exitoso, porque si hay algo que históricamente se demuestra es que cuando baja la carga impositiva aumenta la producción y cuando pasa lo contrario cae, y hay menos ingresos para el productor y para el país. Siempre ocurrió eso. Eso fue un acierto. Tal vez también haber intentado planear un futuro un poco más claro hacia lo que era la producción agropecuaria y la posibilidad de la apertura de mercados, porque incentivó la producción y la visión de ver al campo como una fuente de desarrollo y crecimiento y no sólo de recursos fiscales también.
Pero creo que hubo diagnósticos sumamente equivocados: la poca importancia que se le dio a las pymes, las tasas de interés de financiación llevaron a la quiebra a muchos productores y que generó un desorden financiero dentro del productor que hasta hoy se vive; no haber pensado ordenar dentro de las economías regionales al sector lechero,y haber tenido la impericia de no darse cuenta de que esto nos llevaba a un camino de concentración terrible. O han sido muy ingenuos porque no han sabido ver el error o si tengo que pensar que fue premeditado, creo que ha sido gravísimo.
– ¿A qué se refiere cuándo habla de que nos llevó a un camino de concentración?
– Todas estas políticas llevaban a que al que tenía más dinero haga más y el que tenía menos dinero termine empobrecido. Generaron una profundización en esos dos extremos y destrozaron un sector que es la clase media, no sólo en el sector agropecuario sino que lo vemos en la vida diaria. Pero si hablamos de campo, hablo del productor de 100 o 150 hectáreas que le destrozaron la vida, porque le cambió el futuro y el panorama.
– ¿Cómo es la relación con el gobierno actual?
– Yo creo que este gobierno tiene muchas cosas que está pensando en esto que estamos hablando. Hay muchas medidas que apuntan a tratar de reflotar a ese productor que todavía se está ahogando y que no se le dio una ayuda. Creo que se apunta a eso. El ministro (Matías) Kulfas, en campaña, estuvo aquí sentado y nos dijo que uno de los principales objetivos que tenían era reflotar las pymes en el interior, y de ayudar con menor carga impositiva a las que generaran mano de obra en origen, y eso es excelente. Por eso creo que tienen visiones que no están equivocadas.
No sé si tienen un pleno diagnóstico que no esté ideologizado. Yo creo que esta orientación que se le busca dar está muy buena. Si me dicen qué necesitamos es aliviar la carga impositiva, pero miramos la situación del país y no es fácil. El Estado necesita recursos, pero si hago una crítica es que siempre se rasca la misma olla que es el sector agropecuario, que se busque otros sectores. Las ganancias extraordinarias las han tenido otros sectores que no han sido el campo.
– ¿Cuál es la situación actual para producir con este nivel de retenciones?
-Todos sabemos que la carga impositiva en este momento, por la situación del país, es necesaria. Pero creo que hay un desequilibrio. Hoy hablamos de retenciones, pero la verdad es que ése no es el único problema, es la gota que rebalsó en vaso. La carga que tiene hoy el productor es imposible de soportar, porque se paga impuestos nacionales, provinciales y en muchos casos municipales.
– ¿Qué se observa en las asambleas? ¿Cuál es el ánimo del productor, qué están pidiendo y cómo puede llegar a evolucionar?
– Más que bronca, veo mucha angustia en el productor, porque no sabe adónde está parado, ni sabe lo qué tiene hacia adelante. Muchos productores no ponen el énfasis en la rentabilidad (obvio que todos quieren rentabilidad), sino en las reglas claras, que es lo que no hay. Pero también piden y aceptan que no dejemos la negociación, con lo cual quiere decir que la gente piensa y sabe que hay que agotar todas las instancias de negociación antes de llegar al enfrentamiento.
-¿Ve posible una nueva 125 como se vivió en el 2008?
– No. Es otro país, otra situación, otro tipo de productor. Los productores que en esa época teníamos 50 hoy tenemos 60 y pico y no tenemos las mismas energías, muchos han desaparecido. Sí creo que el productor hoy está más decidido a que se haga público lo que le está pasando y con estas herramientas quiere manifestar eso. Quiere que la gente escuche lo que le está pasando, que es grave. Pero quiero dejar algo claro, que lo puedo decir porque la mayoría de las veces estoy arriba y puedo ver a la gente de frente y mirando a los ojos. Me doy cuenta quién es el que viene a protestar por todo esto que digo, y quien viene a protestar porque tiene bronca de haber perdido las elecciones.