Por Matías Longoni –
El grupo cárnico brasileño JBS tenía una práctica habitual para hacer negocios y crecer al amparo de los gobiernos de turno: pagar sobornos. De eso no hay duda pues lo han admitido sus principales ejecutivos ante la justicia de su país. Allí se ha establecido que la JBS financió las campañas de 1.829 candidatos de 28 partidos políticos en Brasil aportando cerca de 600 millones de reales (unos 184 millones de dólares) de modo irregular.
Determinada esta situación, es casi de manual hacerse una pregunta: ¿Es posible que el grupo JBS haya pagado coimas también a funcionarios o políticos de la Argentina? Cualquier fiscal federal podría iniciar una investigación de oficio, o debería. Tras la compra de varias empresas a partir de 2005, el grupo brasileño se convirtió en uno de los jugadores de peso de la industria cárnica local y tuvo trato frecuente con varios encumbrados personajes del gobierno kirchnerista, incluida la ex presidente Cristina Kirchner.
Con ánimo de colaborar con la justicia local, en caso de que quisiera iniciar una investigación sobre este asunto y disipar las dudas, Bichos de Campo elaboró este sencillo cronograma sobre el desembarco y las actividades de JBS en el país.
- En septiembre de 2005 JBC (que por entonces se llamaba todavía Friboi) compró el principal frigorífico local, Swift. Carlos Oliva Funes quedó como accionista minoritario y CEO de la firma. La Argentina batía entonces sus récords de exportación de carne vacuna, con más de 700 mil toneladas.
- En marzo de 2006, Néstor Kirchner decidió cerrar las exportaciones de carne, aunque al cabo de un par de semanas se habilitó un sistema de cupos administrados por la ex Secretaría de Agricultura, ahora ministerio. Los primeros repartos se publicaban en el Boletín Oficial y se identificaba con claridad los criterios y las empresas beneficiarias.
- En junio de 2006 irrumpe en escena el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que desaira a las autoridades de Agricultura y comienza a definir diversas y estrambóticas fórmulas para distribuir los cupos de exportación de carnes.
- En febrero de 2008 JBS se ibera de Oliva Funes y coloca a uno de los suyos al frente de sus operaciones en la Argentina. Se trata de Nelson Dalcanale, que luego se convertiría en el presidente de Nuevos Negocios de JBS Global.
- En marzo de 2008 estalla el conflicto con el campo por las retenciones móviles a la soja. En las negociaciones traumáticas que se establecen entre el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y las entidades rurales, siemrpe surge un reclamo a que se amplién y liberen mayores tonelajes de carne a la exportación, de manera de elevar los precios deprimidos de la hacienda.
- En junio de 2008, en medio del conflicto y ya con Ricardo Echegaray como mandamás de la ex ONCCA (el organismo que distribuía los ROE Rojos o permisos de exportación), se produjo una reunión cumbre en la Casa Rosada, en la que frente a la presidente Kirchner una docena de frigoríficos del Consorcio ABC aplauden la apertura de un cupo de exportación para las carnes termoprocesadas y se comprometen a vender la lata de Viandada a 2,50 pesos, para ayudar a Moreno a controlar los precios. Swift era prácticamente el único elaborador de carnes cocidas y, dentro de ese negocio, las latitas de viandadas y corned beef eran una de sus especialidades. Era claramente una resolución a medida. En aquel momento circularon en el sector versiones de un suculento soborno, pero nadie investigó luego las circunstancias de esta negociación.
- Por aquellos días de junio de 2008 los dirigentes agropecuarios criticaron fuerte esa decisión, porque en los meses previos (sin cupo de exportación para la carne termoprocesada), las vacas conserva se encontraban con un precio planchado y muy inferior al del resto de las categorías de la hacienda vacuna.
- Un mes después, en julio de 2008, la relación entre Cristina Kirchner y las autoridades de JBS andaba aceitadísima, tanto que la presidenta aceptó una invitación para participar de la reapertura de la planta del ex frigorífico CEPA, en la localidad de Pontevedra, otro de los que adquirió el grupo brasileño en el país, aunque luego cerró. En aquella visita CFK se cruzó con quien años más tarde terminaría admitiendo los sobornos en su país, el CEO de JBS, Joesley Mendonça Batista.
- Mientras la “viandada de 2,50” se convertía en la gran solución a los problemas de la inflación en la Argentina, Moreno y Echegaray lograban entronizarse sobre un circuito de aprobación de la exportación de carnes absolutamente discrecional, pues no se publicaron jamás los parámetros necesarios para obtener los ROE Rojos (que así, respondían a los criterios de ambos funcionarios) y mucho menos se dieron a conocer los beneficiarios de esos permisos. Este oscurantismo se prolongó así hasta al menos 2015, con la gestión de Axell Kicillof en Economía. Es decir, el estado distribuía cupos pero no comunicaba quienes eran los frigoríficos beneficiados.
- JBS, dentro del grupo de frigoríficos exportadores que componen el Consorcio ABC, fue una de las empresas que recibieron estos salvoconductos de parte de Moreno y Echegaray. Según una fuente que manejó directamente la emisión de los ROE Rojos en aquellos tiempos, los listados secretos se comunicaban a esa entidad los días viernes. Antes, durante la semana, se confirmaba quienes habían cumplido con algunos requisitos… desconocidos.