El último reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) sorprendió porque elevó en 8 millones de toneladas la producción mundial esperada de soja para la campaña 2018/19, elevando además los stocks finales. Y es sabido, cuando las reservas crecen usualmente se reducen los precios.
En diálogo con Bichos de Campo, Javier Buján, analista de granos y presidente de la Cámara Arbitral de Buenos Aires, dijo que “si bien bajó el stock inicial de la campaña venidera, fue inesperada la mayor producción esperada en soja por el USDA, lo que hizo que en Argentina también se copiara la tendencia y cayeran muy fuertes los precios de la soja disponible y de la nueva”.
Escuchá la entrevista completa con Javier Buján:
La lectura de este analista es que “la recuperación del mercado mundial no significó otra cosa que un reacomodamiento de precios de la soja en virtud de lo sucedido este año en Argentina”. Es decir atribuyó la suba de los últimos meses a la sequía que recortó 30% de la producción. “No fue producto del poroto o de la guerra comercial Estados Unidos versus. China, ya que mientras eso hizo que perdiera precio a nivel mundial, en Argentina lo ganamos”.
Buján aseguró que “si bien se vendió más que el año pasado debido a que la producción de soja fue de 36 a 37 millones de toneladas, aún queda un caudal importante por vender”. A esto hay que sumarle “las importaciones, cuyo número está estimado en 4 a 5 millones de toneladas y cuyo impacto es más psicológico que real. Era imposible no importar, porque de lo contrario estaríamos con fábricas cerradas y suspensiones en el área del Up River”.
Ver: Javier Buján: “Está errado quien piense que la suba de los granos compensa las pérdidas por sequía”
En referencia a las coberturas que le conviene hacer al productor, el analista aclaró que “cubrirse no es vender, sino tomar pisos que sean rentables, pero no necesariamente vender. Hay dos tipos de coberturas, una es el PUT, que te asegura un piso, y otra es el CALL, que te asegura el acompañamiento de la suba. Cuando uno habla de cubrir, habla de cubrir precio, lo que no significa vender y quedar expuesto a lo que pase. Si vendés, podés tomar una cobertura de un CALL, y si el mercado se da vuelta para arriba, recuperás gran parte de lo que dejaste en el camino al vender el forward”.
Nos dio un ejemplo concreto con el trigo para mostrar la necesidad de tomar coberturas para evitar riesgos: “Si el productor vendía en enero de este año a 170 dólares, y gastaba 1 dólar, quedándole 169 dólares y comprando un CALL de julio, sobre junio- julio lo vendía y recuperaba 40 a 50 dólares, dependiendo de la opción que hubiera tomado. Si bien no alcanzaba los 240 o 250 dólares a los que había llegado el mercado, los 170 dólares los transformaba en no menos de 220 dólares”, explicó Buján.