Coninagro, la entidad de la Mesa de Enlace que a su interior contiene a varias cooperativas productoras de porcinos, destacó en un informe sobre ese sector que la oferta argentina de carne de cerdo se duplicó en solo siete años.
El relevamiento de Coninagro sobre ese sector indicó que “hay unos 80 mil productores de carne porcina, una cifra que al desglosarla arroja 5,1 millones de cabezas, 1 millón de chanchas (madres) y abarca 700 mil toneladas (el informe dice erróneamente 7 millones, pero nosotros lo corregimos aquí) de producción” de carne. Este es el dato más notable, ya que hasta 2012 la producción estuvo en torno a las 300 mil toneladas. Es decir que se duplicó. Así presentó los datos la entidad cooperativa:
“La Argentina duplicó la producción de carne de cerdo en el transcurso de los últimos 7 años, además el crecimiento fue sostenido manteniéndose en orden al 8%. De esta manera, la exportación de porcinos aportó 22,8 millones de dólares al sector”, destacaron los cooperativistas. Y agregaron: “De la producción nacional, el 54% proviene de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y la ubicación de los criaderos se vincula con la principal producción maicera del país, insumo de la producción porcina. Otras zonas con localizaciones puntuales son el centro de Chaco, noreste de La Pampa, centro de San Luis, y determinadas zonas de Salta y Formosa”.
El trabajo elogia la incipiente exportación de cortes porcinos y habla de las chances de comenzar a ser proveedores de este tipo de carne para China. Pero reconoce que el puntal de este crecimiento ha sido por ahora el mercado doméstico, al subrayar que “en Argentina se consumen 16 kilos por habitante por año, cuando anteriormente la cifra se reducía a los 8 aproximadamente”.
El consejero de Coninagro y productor porcino Daniel Kindebaluc, explicó que el fuerte csalto del consumo “tiene mucho que ver la oferta de los cortes y los productos”.
“Los precios de los cortes de cerdo se han equiparado con los de carne vacuna, aumentando la competencia entre las carnes. La producción nacional se destina a consumo de carne fresca, siendo ésta el principal sustituto de la carne bovina. También viene creciendo con una tasa considerable el consumo de embutidos en góndolas, mayormente en formato de jamón cocido, paleta, y fiambre de cerdo”, explicó el cooperativista.
¿Ya llegó al techo el consumo de carne porcina? Anibal Salva, que es el gerente de Alimentos Magros, que pertenece a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), remarcó: “Si bien la coyuntura económica del país no es propicia para nuevas inversiones en la producción primaria, el mercado tiene potencial para consumir mayor cantidad de carne de cerdo; a través de los cortes frescos, pero fundamentalmente por medio de la sustitución de importaciones de materia prima para la chacinería. En este caso, un tipo de cambio alto favorece la disminución de las compras en el exterior, y abre una oportunidad para la producción local”.
Pero aclaró: “El problema, es que la capacidad de la industria está casi al tope. Si se contara con más plantas frigoríficas modernas que pudieran cumplir con estándares de calidad y cantidad de faena y proceso de deshuesado, se le brindaría mayor estabilidad al sector; de la mano tanto del mercado interno como de la exportación. A la virtuosa integración de la cadena, le falta un eslabón industrial acorde a las necesidades”.
Ver Juan Manuel Garzón: “Por primera vez en Córdoba se faenan más porcinos que bovinos”
La balanza comercial externa de productos cárnicos y derivados del cerdo es históricamente deficitaria en Argentina. Coninagro aclara que las exportaciones han comenzado un leve crecimiento, pasando de ser prácticamente inexistentes, hace 10 años, al 2% de la producción actual.
“Siento que hay buen ánimo en los productores. El 2018 fue un año complicado pero ahora el precio repuntó bastante y se espera que el consumo pueda acompañar y sostener esa variable. Las últimas semanas hubo faltante de cerdos en muchos frigoríficos y eso refleja que no hay chanchos. Han cerrado muchos criaderos y se nota en la demanda que tenemos, hay mucha más competencia. En el grupo de productores de cerdos que integramos, varios están pensando en crecer sin invertir en infraestructura. En nuestro caso vamos a cambiar el sistema de bandas que nos permitiría aumentar un 40% la producción sin hacer instalaciones”, añadió el productor Juan Tanzi, del establecimiento rural Las Araucarias, Ascensión, provincia de Buenos Aires.