Tres semanas después de que iniciaran los reclamos, el Senasa finalmente accedió a elaborar un plan de trabajo para que la Cooperativa Integral del Norte de Wanda Limitada, pueda adquirir los pollitos bebes para poner en marcha sus granjas avícolas. Antes de eso, incluso en Bichos de Campo, esa entidad denunció estar al borde de la quiebra ante las duras restricciones sanitarias aplicadas por el organismo frente a la Influenza Aviar.
Hasta ahora, la Cooperativa integrada por pequeños productores de la zona no podía ingresar más de 70 pollitos por persona a la provincia, lo que para ellos resultó en un duro golpe económico al no poder responder a las demandas de sus clientes ni tampoco activar la planta faenadora que construyeron, gracias a los aportes de los socios y de inversores privados.
“Si queremos traer más pollos debemos cumplir con una resolución que exige una infraestructura que para nosotros es imposible de pagar. Nos piden un cerco alrededor del predio, que hagamos un vestuario, que le paguemos a un veterinario. Tenemos el cerco de la granja pero quieren un segundo cerco a 20 metros. No hay razón para eso. Lo mismo con la pregunta de por qué 70 pollitos y no más o menos. Nadie sabe decirnos el por qué. Mientras tanto, a Entre Ríos no le exigen eso”, denunció el presidente de esa institución, Samuel Rubén Doichele, días atrás en una charla con Bichos de Campo.
Eso, sin embargo, parece ser hoy historia antigua. Durante el fin de semana, representantes del organismo sanitario y de la Cooperativa realizaron una reunión en la intendencia de Wanda donde discutieron un plan de trabajo en conjunto.
“La Cooperativa asumió el compromiso de presentar el listado de productores y productoras que la integran, la designación del veterinario de registro, datos fundamentales para los pasos siguientes como la visita de los profesionales del Senasa a las granjas. Se trabajó para alcanzar una rápida solución cumpliendo con las normativas vigentes, explicando cada una de las instancias y la importancia del cumplimiento de cada una de las metas”, informaron desde Senasa.
¿Pero quedaron los productores realmente conformes? “Es tarde para muchas cosas. La macana ya está hecha”, dijo Doichele hoy en comunicación con este medio.
“Ya estamos complicados con los clientes. Muchos productores ya están decepcionados y desilusionados, y no quieren volver a correr ese riesgo. Esto representa volver a empezar, programar con los clientes, juntar fondos para comprar los pollitos y alimentos, porque con esta situación vimos frenado nuestro trabajo y fuimos a perdida. Hoy tenemos muchas deudas que pagar, estamos muy cortos económicamente”, señaló el misionero.
Aún así, celebró el accionar de Senasa durante la negociación: “Lo que más quiero destacar es el comportamiento de ellos. Son buenos, tienen una educación y disciplina tremenda, están atentos. Destaco que te contestan, te ponen la cara y te buscan una solución. Quisiera que en el Ministerio del Agro aquí en la provincia o en el de Nación se copiara esa forma de trabajo”.
-Según dio a conocer Senasa, ustedes finalmente accedieron a sumar un veterinario que controle las operaciones, algo que días atrás señalaron que era muy costoso. ¿De qué forma afrontarán ese gasto? ¿Recibirán ayuda oficial?- le preguntamos a Doichele.
-En la reunión hablamos de lo imposible que es bancar que un veterinario venga todos los días, entonces ellos quedaron en ver, junto al Ministerio del Agro de Nación y de Provincia, si conseguían a un profesional que asista al menos una vez por mes. No es que nosotros directamente nos comprometimos a poner al veterinario. Son cosas que hay que seguir peleando.
-¿Qué otros costos tienen que afrontar de forma más urgente?
-Tenemos que seguir peleando con la provincia el tema del suministro de la luz. Ellos nos cobran una locura, 105.000 pesos por mes sin tener activa la planta de faena. Es un robo total. Y como le dije, tenemos que empezar de abajo, reconstruyendo la confianza de los productores, porque ahora no tenemos fondos suficientes para todas las compras e inversión en insumos que debemos hacer. Es un esfuerzo que nuestros gobernantes y representantes parecen desconocer. No quieren entender y nosotros tenemos que enfrentar a pecho todo eso.