El año pasado ocurrió un hecho inédito en el mercado granario argentino: la mayor parte de la cosecha de cebada 2021/22 ya estaba vendida de manera anticipada antes del inicio de la cosecha.
Este año el cultivo va camino a registrar aparentemente un nuevo récord porque, cuando faltan más de dos meses para el inicio de la siembra de cebada, los exportadores ya registraron ventas externas del cultivo por 485.000 toneladas para el ciclo 2022/23, es decir, la que se recolectará entre noviembre y diciembre próximo.
La cifra es una enormidad si se tiene en cuenta que en el presente ciclo comercial 2021/22 se declararon exportaciones de cebada forrajera por 2,31 millones de toneladas.
Es muy probable que la superficie sembrada con cebada este año en la Argentina “explote” en línea con los precios atractivos registrados por el cereal: esta semana se realizaron forwards 2022/23 de la variedad forrajera en valores de 290 a 300 u$s/tonelada.
La cebada registró un auge enorme el año pasado gracias a la firmeza de la demanda china, nación que desde 2020 interrumpió la compra de cebada australiana por razones de orden político.
La salida de Australia, que antes de la disputa con el gobierno chino era el principal abastecedor de la nación asiática, produjo un “terremoto” en el mercado internacional de cebada porque China sólo tiene habilitados a cuatro países como abastecedores del producto: Canadá, Argentina, Francia y Ucrania.
Recientemente, con el salto de precio del trigo generado por el conflicto ruso-ucraniano, los valores internacionales de la cebada subieron un escalón más para alcanzar un nivel récord.
Argentina exporta tanto cebada forrajera como “intermedia” (FAQ), una categoría que no tiene requerimientos de tenor proteico y pureza varietal y se emplea en mercados asiáticos tanto con fines forrajeros como cerveceros.