Una nación asiática poco conocida en Sudamérica y con 283 millones de habitantes –la cuarta nación más poblada del mundo–representa un gran socio comercial al requerir un volumen creciente de productos agroindustriales.
La oficina del USDA en Yakarta estima que en 2024/25 la importación de trigo por parte de Indonesia sería de 12,0 millones de toneladas versus 12,5 y 9,44 millones en 2023/24 y 2022/23 respectivamente.
Indonesia no produce trigo y depende totalmente de las importaciones del cereal para satisfacer tanto la demanda de alimentos a base de harina de trigo como el uso de recurso con destino forrajero.
Mientras que las importaciones de trigo con destino a consumo humano son libres, las correspondientes a la elaboración de raciones forrajeras son reguladas por el gobierno nacional a través de la Agencia Nacional de Alimentos de Indonesia (NFA/Bapanas).
En Indonesia los humanos y los animales ya pueden consumir trigo HB4
En lo que respecta al maíz, la oficina local del USDA proyecta importaciones del cereal en 2024/25 por 1,30 millones de toneladas versus 1,50 millones y 901.000 toneladas en los dos ciclos inmediatos anteriores.
Por último, el USDA prevé que en 2024/25 Indonesia importe 2,55 millones de toneladas de poroto de soja –una cifra que se ha mantenido relativamente estable en los últimos años– y 6,10 millones de harina de soja versus 5,90 y 5,83 millones en los dos ciclos previos. Indonesia, que no tiene industria aceitera propia, emplea la harina de soja para elaborar balanceados para el sector avícola y acuícola.
A fines de 2021 el Mercosur inició negociaciones con Indonesia para intentar negociar un Tratado de Libre Comercio con el propósito de mejorar la integración entre ambas regiones. Tal iniciativa es indispensable para poder competir con las exportaciones provenientes de Australia y EE.UU.