Téxtos satíricos, por Matías Longoni.-
El empresario de medios y petróleos y tragamonedas y transporte y bancos y…, Cristóbal López, decidió desprenderse de uno de sus tantos negocios para honrar la deuda que le reclama el reconocidísimo conductor de TV argentino, Marcelo Tinelli. El “hombre del ráting” había presentado días atrás una demanda judicial contra su ex socio por un presunto fraude en la compra de la productora “Ideas del Sur”, y le reclamaba una deuda millonaria. Pero esa denuncia quedaría en la nada a partir de una propuesta que el grupo Indalo realizó a Tinelli y que adelantamos en exclusiva: Cristóbal la cancelará con las instalaciones de su moderno frigorífico ovino Santa Elena.
“Marcelo aceptará con mucho gusto la oferta de Cristóbal y no habrá problema en hacer las pases, pues el frigorífico cubre con creces el pasivo existente por aquella compra de Ideas del Sur y le abre a Tinelli un campo de negocios nuevo, desconocido y apasionante”, relató a Bichos de Campo una fuente cercana a esas negociaciones. Luego comentó pormenores de los sucesos que llevarán al conductor de TV más popular a incursionar en el negocio ovino.
La fuente comentó que, más allá de alguna oveja perdida que se cruzara en su infancia en Bolívar (cuando en Buenos Aires todavía se veían ovejas), Tinelli no tenía idea de la existencia de esta pujante industria ganadera hasta que en setiembre pasado en Bailando por un Sueño se inició la ronda dedicada al folklore. En aquel momento el conductor apareció vestido con un impresionante poncho negro, inaugurando lo que la prensa especializada definió como “poncho style”. El sitio Infobae corrió de inmediato a entrevistar a Cecilia di Genaro, diseñadora de esa icónica pieza.
–¿Cómo están hechos los ponchos que diseñan ustedes y el que llevó Tinelli?
–Nuestros ponchos y capas son desarrollados en lana merino orgánica y cuero de oveja. Todos en su interior tienen bordado el Escudo Nacional Argentino en hilos dorados.
–¿Qué tejido se usó para realizarlo?
–La lana que se utilizó es de Koshkil, una lana orgánica. Son ovejas que crecen en la Patagonia y este tejido cuenta con la certificación de la Asociación Internacional Agropecuaria.
Fue tan grande el impacto que produjo aquel poncho en Tinelli y en su audiencia, nos dice el informante, que Cristóbal López decidió jugar su carta más pesada para intentar saldar su deuda con el aspirante a fallido presidente de la AFA: le ofreció cancelar ese pasivo con el frigorífico Santa Elena, una planta modelo que el Grupo Indalo inauguró en Chubut a principios de 2013, en una teleconferencia que contó con la figura que por ese entonces insólitamente ocupaba más espacio en la televisión que el propio Tinelli, la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.
La construcción del frigorífico modelo Santa Elena fue la noticia más esperada para los pueblos chubutenses de José de San Martín y Gobernador Costa. La planta de 11 mil metros cuadrados implicó una inversión de 110/120 millones de pesos y, según los anuncios, iba a crear 152 nuevos puestos de trabajo. Ubicada a 200 kilómetros de Esquel, Gobernador Costa -donde queda el frigorífico ovino- tiene solo 2.400 habitantes y es la localidad más poblada del departamento Tehuelches. Su vecina José de San Martín, queda a 12 kilómetros. Allí no hay mucho más que estepa patagónica. Y ovejas, claro.
Chubut tiene el mayor stock ovino del país, con casi 4 millones de las 14 millones de cabezas totales. ¿Y adivinen qué? La mayoría son de la raza lanera Merino.
Volvamos a la historia que nos ocupa. Todos recordarán que en su etapa de mayor audiencia, los conductores matinales de Radio 10, Oscar “El Negro” González Oro y Eduardo Feinmann, hoy devenido a implacable antikirchnerista de la primera hora, matizaban sus largas entrevistas a Amado Boudou o Aníbal Fernández con una publicidad del “cordero patagónico Indalo”. Suponemos, de mal pensados nomás, que muchos de los animales que se vendían bajo esa marca provenían de las haciendas patagónicos de Lázaro Báez.
Era un éxito en ventas el cordero patagónico de Indalo. Y fue eso lo que convenció a Cristóbal López de construir la mega planta que hoy se ofrece a Marcelo Tinelli como prenda de amistad y para cancelar cualquier posible deuda por sus negocios televisivos.
Pero algo funcionó mal: la planta inaugurada en 2013, que tenía capacidad para faenar 90.000 ovinos y 20.000 bovinos por año, solo trabajó dos temporadas y luego cerró sin ofrecer mayores explicaciones. Dejó sin trabajo a mucha gente.
En el entorno de Cristóbal, en aquel momento, nadie dio explicaciones ni tampoco hubo quien se las exigiera demasiado. En la Argentina de aquel momento parecía que ganaba Daniel Scioli las elecciones y Bailando por un Sueño seguía batiendo récords de audiencia a pesar de que la Mole Moli había dejado unos años antes el certamen. Pero los chubutenses, irrespetuosos de cabo a rabo, igual comenzar a llamar al enorme establecimiento de Gobernador Costa con un apodo medio plagiado: Como “ballena azul” estaba reservado para el CCK y Puerto Madryn, a este frigorífico le decían “el elefante blanco”.
A principios de setiembre pasado, la legislatura de Chubut comenzó a debatir un proyecto para expropiar ese frigorífico y analizar de algún modo su puesta en marcha a manos de la provincia. Esta situación convenció a Cristóbal López de que había que actuar rápido. Unos días antes el conductor de ShowMatch había salido a escena bajo su cotizado poncho de lana merino. La situación era la ideal. La primera oferta a Tinelli se realizó por aquellos días, pero hasta no hubo grandes avances. Recién luego de la denuncia pública del conductor, las tratativas cobraron velocidad y se encaminaron.
“Marcelo está encantado con la idea de tener su propia fábrica de ponchos. Así no tendrá que pedir más canje cada vez que llega la ronda de folklore”, nos explicó la fuente, que afirma que el negocio está prácticamente cerrado.
Si el contrato que pondrá fin al litigio sufrió alguna demora es porque había discrepancias sobre le valor de la planta y porque Tinelli contrató a una consultora especializada en ovinos para evitar ser nuevamente engañado por Cristóbal López. Los especialistas, nos relata el informante, intentaron explicarle al conductor de TV que las ovejas Merino son muy cotizadas por la calidad de su fibra, pero que no es necesario sacrificarlas en un frigorífico para obtener la lana, porque ésta vuelve a crecer para el invierno y eso permite esquilar una y otra vez a los animales, cuando llega la primavera. Los expertos también le dijeron al conductor que para producir carne ovina existían otras razas muchos más recomendables y hasta que las había “multi-propósito”.
Pero a Tinelli no se le movió un pelo de la cara y menso un tatuaje: ya decidió quedarse con el “elefante blanco” de Cristóbal López.
La diseñadora del poncho Cecilia di Genaro fue muy clara: esa exquisita prenda se hace con lana merino orgánica y cuero de oveja. Tinelli argumentó que en el Santa Elena podrán obtener los dos productos de un saque.
– ¿Y con la carne?- le preguntamos a nuestra fuente.
– Tiene decidido mandársela toda a Eduardo Feinmann a la casa, para que siempre se acuerde de lo rico que era el cordero Indalo, cuando Indalo era tan rico que le pagaba el salario.