“El destete se produce en un momento en que el animal naturalmente seguiría con su madre y es aquí donde la homeopatía puede intervenir para disminuir ese trauma emocional, esa tristeza que se genera en los animales, porque ellos sienten y ya no hay duda de ello”.
La declaración me interpela.
Si bien muchas veces entrevisto a productores no convencionales (biodinámicos, por ejemplo), hace rato que no me toca hablar sobre animales. Porque una cosa es escribir sobre agroecología, cultivos y biopreparados y otra bastante distinta es sobre “seres sintientes”. Sí, seres que sienten como nosotros, tal como lo afirma el budismo y como acaba de decir Lorena Decara, médica veterinaria especializada en homeopatía.
“Luego de recibirme en la Universidad Nacional de Río Cuarto, realicé la especialización en Homeopatía en el Centro de Estudios Médicos Homeopático Hahnemannianos de Córdoba y en Agroecología en la Universidad de La Matanza. ¿Por qué lo hice? Porque cuando empecé a ejercer como veterinaria me daba cuenta de que la medicina alopática no alcanzaba para aliviar en un sentido amplio, y que además tiene efectos secundarios”, explica.
“Yo trabajaba en urgencias para pequeños animales y veía que todas las enfermedades se relacionaban con lo emocional, algo que la alopatía no trabaja, y me angustiaba no poder dar una respuesta”, agrega. “Por ejemplo cuando había problemas en las familias, yo veía que los animales reflejaban esos problemas, o que sufrían ante ciertos acontecimientos, como cuando se iban de vacaciones y la mascota quedaba sola o en las mudanzas donde sobre todos los gatos ven amenazada su territorialidad y lo sufren, y desde lo convencional es poco lo que se puede hacer”.
Fue en ese momento en que Lorena tuvo una crisis con la medicina convencional y decidió incursionar primero y dedicarse totalmente después, a la veterinaria homeopática. “Apenas comencé a cursar me encantó, era lo que estaba buscando: trabajar lo orgánico junto a lo emocional y ambiental”.
Le pregunto cómo funciona la homeopatía y me explica que es la medicina que cura “por el similar”, restaurando el equilibrio energético y biológico de los seres vivos. Este principio de similitud de similia similibus curentur (la enfermedad es producida por el similar y por el similar puede ser curada), se basa en el paradigma de trabajar con dosis muy pequeñas y a partir de sustancias originarias del reino vegetal, mineral y animal.
Esta teoría despierta mi interés, en lo personal me atrae el tema y seguiría con más explicaciones. Pero es inminente ir a los bifes:
-¿Qué le aporta la homeopatía a un planteo ganadero?
-Bienestar animal y bienestar para las personas. Existe evidencia de que el uso indiscriminado de los antibióticos en animales destinados al consumo humano ha contribuido al fenómeno de resistencia, lo que es considerado un problema de salud pública.
-Este tipo de medicina, ¿apunta a las causas de la enfermedad?
-Claro. En vez de aplicar una sustancia solo por la presencia de un agente patógeno (bacteria, virus, hongo o parásito) tratamos de ver cuáles fueron todas las causas que llevaron a ese animal a presentar ese desequilibrio que termina en enfermedad.
-¿Cómo es su trabajo en el campo?
-Trabajo con vacas y algo de ovejas y chivas, en campos agroecológicos y orgánicos, donde la mirada del sistema es diferente. En los orgánicos directamente la reglamentación de Senasa no permite tratamientos alopáticos salvo en situaciones de riesgo de vida del animal, así que es indispensable trabajar médicamente de otra manera. Esta circunstancia hizo que pudiera empezar a tratar grandes animales y con muy buenos resultados.
-¿Qué problemas ha podido resolver?
-Los temas de estrés, por ejemplo los trastornos por el destete donde se genera angustia –sobre todo en los tambos donde es más violento-, teniendo en cuenta que muchas enfermedades vienen justamente después del destete. En el ternero de tambo suelen presentarse diarreas y en el de cría problemas respiratorios o baja de inmunidad, y mayor probabilidad de infecciones o parasitosis. En estos casos funciona muy bien la homeopatía, al igual que para la mastitis y para disminuir presencia de parásitos, lesiones supurativas y traumatismos. Recuerdo dos toros cuyo descarte evité: uno que tenía una verruga en un ojo y el otro una lesión en el pene.
-¿Siempre usa los mismos remedios?
-No, ¡hay más de 2.500! Y aunque se trate del mismo problema, hay que ver qué pasó para que ese grupo o animal esté enfermo. Muchas veces se piensa al establecimiento como un todo, eso es lo más complejo, y tiene que ver con la agrohomeopatia donde se trabaja con los animales, la familia y hasta las plantas.
-¿La homeopatía sirve para feedlot?
-Hay que comprender que no alcanza con solo darles “unas gotitas” a los animales sino que la homeopatía acompaña a “un todo” y se deben resolver cuestiones de manejo y del entorno, como garantizar una alimentación natural, que el animal camine y que desarrolle su conducta natural, según la especie. Y esto no ocurre en un feedlot.
-¿Dónde ha obtenido los mejores resultados?
-En tambos orgánicos. Los y las tamberos/as están contentos porque se genera menos caos en el manejo dado que la homeopatía no tiene tiempo de carencia. En un tambo convencional desde que se aplica un antibiótico esa leche no puede salir a la venta durante unos 5 días aproximadamente; en los planteos orgánicos estos tiempos se duplican, así que se pierde más leche todavía, mientras que con la homeopatía esto no ocurre. Además, como el o la tambero/a está todo el día con el animal se da cuenta rápido de cuando la medicación funciona.
-¿Es más barato o más caro que la medicina alopática?
-Más barato. Los precios de los preparados son menores a los medicamentos convencionales.
-Cuando recién arrancó con esto, ¿qué le daba miedo?
-Que en los planteos convencionales para grandes animales toda la medicación es inyectable y en homeopatía es vía oral, así que hay que garantizar que el animal la tome. Lo mejor es poner los glóbulos en el agua de bebida, que debe estar siempre en óptimas condiciones.
-¿Hay mucho escepticismo todavía?
-Entre los más jóvenes cada vez menos, pero bueno, todo lo diferente genera resistencia. Y a mí no me dan ganas ni de justificar ni de pelear, así que simplemente hago lo mío, aunque para algunos soy “la rara” del grupo. Lo que pasa es que vengo de una familia serrana, por lo tanto siempre tuvimos relación con “los yuyos” y con la idea de que sanan. Pero yo no insisto con esto, cada uno elige la salud que quiere tener y cómo quiere andar en la vida.