En pocas horas comienza el festival de Doma y Folclore de Jesús María, el más tradicional de los eventos de este tipo en nuestro país, donde la demostración de las destrezas gauchas y la música popular de nuestro país se encuentran y dan un espectáculo único desde hace 58 años.
Es que Jesús María y la región tienen una tradición particular con las destrezas equinas, sin despreciar lo que se hace en otras provincias como Entre Ríos o La Pampa.
Incluso en la Exposición Rural de Jesús María, el punto de encuentro de los colores locales, la preponderancia de los caballos es suprema. Espacios para los deportes equinos, remates, genética, sanidad.
El comienzo de este evento de magnitud nacional está enmarcado en una crisis sanitaria equina de encefalomielitis, pero transcurrirá con normalidad dado que hace semanas los organizadores vienen llevando a cabo un programa de vacunación para los animales participantes.
El SENASA autorizó recientemente la certificación digital de la vacunación, mediante el nuevo sistema desarrollado por una de las empresas que fabrica la vacuna, denominado “Libreta Sanitaria Equina Contendor®” que permite la emisión de certificados de vacunación por parte de los veterinarios acreditados al programa de equinos de ese organismo sanitario. Estas certificaciones son válidas (y necesarias) para transportar los equinos dentro del territorio nacional.
Si bien la doma o jineteada es el evento principal de festival, los deportes con equinos gozan en la región del centro norte de Córdoba un auge ya histórico, donde asoman como opciones el pato, las “paleteadas” o las encerradas”.
El lazo entre estos deportes y la región está fuertemente arraigado, según el punto de vista de Hernán Crespo, criador y miembro de la comisión de caballos criollos de la Sociedad Rural de Jesús María, quien está a cargo de las actividades equinas que se realizan en la Expo que hace la entidad cordobesa.
Ante los micrófonos de Bichos de Campo, Crespo explica: “Jesús María es muy conocida por la jineteada, es uno de los festivales más grandes de Sudamérica. Acá el caballo criollo en particular ha tenido un crecimiento exponencial”, relatando la relación entre la zona y la actividad de cría.
Pero para Crespo uno de los protagonistas de esto es la Sociedad Rural de Jesús María: “La rural siempre ha apoyado a los criadores con sus instalaciones de primer nivel. Hace que año a año en esta las fechas clasificatorias se junten jinetes, gente de caballos. Además tienen en su momento equinoterapia, equitación, un equipo propio de pato, y los criollos hoy ocupan un lugar importante. Tenemos casi tres fechas fijas durante el año calendario, fechas oficiales de la asociación”.
Crespo es criador de caballos en la zona de Falda del Carmen, al pie de la sierra desde hace 15 años, también en la provincia de Córdoba, y eso lo convierte en el adecuado para explicar algunas de las actividades o deportes que se realizan en la zona y en la Expo Rural.
El aparte campero tiene varios nombres de acuerdo a la región, pero es el que prefiere usar Crespo para empezar a definirlo. Con mil equipos en el país, se podría empezar a hablar de una disciplina extendida a lo largo y ancho de nuestro país.
“Es bastante sencillona”, dice Hernán a los micrófonos de Bichos de Campo para describir el funcionamiento: “Se usa un piño de 30 vacas que están numeradas del 0 al 9. Hay dos corrales, uno que se llama señuelo y el otro es el corral grande. Las vacas están en el corral grande, hay tres jinetes con tres caballos, y tienen que ir a buscar la vaca que le canta el jurado. Dos jinetes por vez y uno queda en una puerta, que se le dice señuelo, donde no existe la tranquera, pero el jinete hace las veces de puerta. Cuando el jurado le da la orden, tiene un tiempo máximo de 30 segundos para ir a buscar la vaca que le asignaron. En el momento que entran una tiene que haber un cambio de porteros hasta que terminan las tareas. Ganan los que hacen la faena en el menor tiempo posible”, explica Crespo.
Mirá la nota completa a Hernán Crespo donde cuenta detalles de las actividades:
– Otra de las actividades tradicionales son las paleteadas. ¿En qué consisten?
– La paleteada es como recrear un trabajo de campo, cuando se paraba rodeo que no existían los alambres, o se paletea para hacer un tiro de lazo, curar un animal o curarle la bichera, lo que fuera. Es una manga que tiene aproximadamente 10 metros de largo, y la cancha que se le llama tiene 60 metros de largo, donde está dividida por campos que se le llaman. Entonces una vez que el jinete pide la vaca que sale de la manga, van por esta manga de madera a la par de la manga hasta que sale el animal por la boca, y ahí empiezan a tener distintas puntuaciones con un puntaje máximo de 15 puntos por vuelta. Lo tienen que hacer de un lado primero y después se cambian de lado los jinetes. La faena termina cuando largan dos vacas una de una por cada lado de jinete.
– Hay algo que recorre todas estas actividades, y es que cada tanto los locutores, los conductores y ustedes, los que participan, repiten esto que tiene que ver con el bienestar animal. ¿De qué forma se acercan y tratan de concientizar sobre el bienestar animal?
– Estamos permanentemente con el tema del bienestar animal, tratando de adaptar. Los encierros antes se hacían de a caballo y hoy se hacen todos de a pie. Hay una reglamentación de la asociación que se llama sangre cero. Cualquier animal que se le vea sangre por x causa, porque lo lastimó una espuela, o porque el jinete fue duro con sus manos y le puede haber provocado alguna lesión en la boca, inmediatamente quedan descalificados.
Se va renovando y tratándole de buscar la vuelta, de hacer las pruebas. Hacer una prueba con vaca no es fácil, pero se van tomando los medios necesarios para estar también a la altura y poder concientizarse con el tema de bienestar animal.
– Todo tiene que ver con la cuestión de la tradición de retener, recuperar y mantener la tradición y el trabajo, y lo que le gusta a la persona de campo…
– También soy un defensor de las tradiciones, no me opongo a los cambios que por ahí pueden venir, como esto que estábamos hablando de bienestar animal, pero siempre digo que también hay una fase que la gente desconoce, que es el no saber qué es lo que se hace con los animales, que es lo que se hace con un caballo. Ese caballo está cuidado, come los 365 días del año, tiene un cuidador, duerme en un box. Se le está encima porque no podría trabajar la gente de campo ni alguien que necesite del caballo en malas condiciones y obtener la mejor performance del caballo. Entonces yo creo que también hay que difundir y no tener miedo a difundir lo que en las actividades se hace, y demostrar que en ningún caso hay un maltrato animal.