El sector avícola va camino a registrar un enfrentamiento abierto a partir de un conflicto que puede generar un estado situación “bélico” entre los productores de huevos y los de carne aviar.
El gobierno uruguayo gestionó la importación de México de unas 10 millones de vacunas contra la influenza aviar y en los próximos días comenzará un proceso de inoculación diseñado para cubrir todo el territorio oriental.
Uruguay, al no tener un industria exportadora de carne aviar consolidada, puede llevar a cabo esa política, dado que los países compradores de ese producto exigen que los pollos ingresen sin anticuerpos, ya sean generados por la misma enfermedad o bien por el virus inactivado presente en la vacuna.
Pero no es el caso de la Argentina, que en 2022 exportó carne aviar por 383,9 millones de dólares y, si inicia un proceso masivo de vacunación, corre el riesgo de perder muchos mercados clave.
Luego del desastre ocurrido en Chubut, donde el Senasa procedió a sacrificar unas 400.000 gallinas ponedoras para poner en riesgo la continuidad de la empresa Carpat SA, además del papelón ocurrido en Corrientes, donde la agencia sanitaria estuvo a un paso de sacrificar todo el plantel de la avícola Santa Ana, en el sector productor de huevos se encendieron todas las alarmas.
En ese marco, las autoridades de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) solicitaron al ministro de Economía, Sergio Massa, y a la presidenta del Senasa, Diana Guillen, que instrumenten un plan para vacunar a toda la población aviar en el país y permitir, con esa medida, salvaguardar la situación de emergencia sanitaria.
La petición fue expresada por medio de una carta enviada al ministro de Economía el 6 de abril último y también de manera personal, en dos reuniones realizadas ayer y hoy viernes con las autoridades de la Secretaría de Agricultura y del Senasa.
“Tuvimos una muy buena recepción de todos los actores. Y las autoridades están trabajando para disponer de las herramientas que permitirían aplicar, eventualmente, medidas sanitarias en este camino”, aseguró el presidente de Capia, Javier Prida.
Los representantes de los productores de huevos solicitaron al Senasa que convoque a todos los laboratorios que producen a nivel global las vacunas que combaten los virus de influenza aviar para así iniciar los trámites que permitan la aprobación de esos productos en la Argentina.
“En Capia entendemos que sanitariamente la vacuna es la solución al problema que enfrentamos. Somos conscientes de que la instrumentación de la vacunación generaría un perjuicio a otro sector, por su eventual impacto en el cierre de mercados para las exportaciones de productos frescos y también al Estado por pérdida de divisas. Pero desde Capia entendemos que la vacunación, en el escenario actual del sector, con pérdidas permanentes y una gran incertidumbre, permitiría priorizar la comida de los argentinos y no solamente la agenda exportable del país”, sostuvo Prida.
El “otro sector” al que se refiere Prida no es otro que el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), presidido por Roberto Domenech, quien obviamente no convalida la medida solicitada por Capia.
No es llamativo que Capia esté intentando hacer gestiones a través de Massa y el Senasa, dado que el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, al provenir de Entre Ríos y tener aspiraciones electorales en esa provincia, lo último que quiere es propiciar una medida contraria a los frigoríficos avícolas presentes en esa jurisdicción, que son, además, los más grandes del país.
“Esta situación no se puede gestionar como un River-Boca. En el mundo existen unos sesenta países exportadores de productos avícolas y ninguno vacuna contra influenza”, indicó Domenech.
El presidente de Cepa remarcó que hasta el momento se detectaron apenas 12 focos sobre un total de 5800 granjas comerciales a nivel nacional, que afectaron a 1,30 millones de animales sobre una población total de más de 165 millones. “La vacunación implica cerrar la posibilidad de seguir exportando productos aviares. Si a los 60 días de iniciada la emergencia sanitaria ya tiramos la toalla al pedir la vacunación, eso sería entregarse demasiado rápido”, afirmó Domenech.
Cepa, al igual que Capia, también envió una carta a Massa, pero para pedirle que no se considere la opción de la vacuna, dado que la misma, luego de veinte años de investigación, no generó ninguna vacuna con resultados 100% exitosos, aunque sí produce algunas mejoras en los niveles mortandad, pero manteniendo la actividad viral y demandando la revacunación permanente.
Entre el 22 y el 28 de abril el Laboratorio Nacional del Senasa diagnosticó cuatro casos positivos, dos en aves de granjas comerciales ubicadas en las provincias de Buenos Aires (Pilar) y del Neuquén (Plottier) y dos en aves de traspatio de la provincia de Buenos Aires (Almirante Brown y Pergamino).
Desde el inicio de la emergencia sanitaria se analizaron 484 situaciones para detectar 88 casos positivos. Los casos confirmados hasta este viernes son en aves de traspatio (69), sector comercial (12) y silvestres (7), distribuidos de la siguiente manera: 21 en Buenos Aires, 19 en Córdoba, 11 en Neuquén, 9 en Santa Fe, 7 en Río Negro, 6 en Chubut, 2 en San Luis, 2 en Chaco, 2 en La Pampa, 2 en Corrientes, 2 Santa Cruz, 1 en Jujuy, 1 en Santiago del Estero, 1 en Salta, 1 en Formosa y 1 en Mendoza.