Con un cable noticioso fechado en san Pablo, la agencia especializada en economía Reuters informó en los últimas horas que la compañía Nutrien, que vende 27 millones de toneladas de fertilizantes en todo el mundo y es así el mayor productor mundial de nutrientes agrícolas, está analizando “desinvertir” en América del Sur, incluyendo Brasil y la Argentina, luego de una racha de fuertes pérdidas en sus balances.
“Este año Nutrien separó a Brasil del resto de sus operaciones latinoamericanas, mientras considera la venta de activos en Argentina, Chile y Uruguay para optimizar las operaciones en la región”, dijeron dos fuentes consultadas por Reuters.
El proceso, al parecer, ya está en marcha, pues en el último año “al menos ocho altos ejecutivos o gerentes fueron despedidos o renunciaron a la empresa, incluido todo el equipo de gestión de suministros de Brasil y el ex director general y director financiero de América Latina”.
Aquí, de confirmarse la versión, la noticia tendría gran impacto, pues la canadiense Nutrien es socia en partes iguales con la petrolera YPF de la mayor planta fabricante de urea del país, Profertil, que está ubicada en Bahía Blanca. En este empresa, se especulaba más con la posibilidad de ampliar las operaciones con la construcción de una segunda planta, más que con el probable alejamiento de uno de los socios.
Nutrien es el mayor proveedor mundial de fertilizantes, tanto de potasio, nitrógeno y fosfato. En Latinoamerica Sur, como llama la corporación al área de negocios integrada por Argentina, Chile y Uruguay, tiene presencia desde 1995 y presencia en más de 370 localidades en los tres países, con cerca de 800 empleados y unos 13.000 clientes. En Argentina, Nutrien Ag Solutions cuenta con 2 plantas industriales.
“Los problemas de Nutrien en América del Sur se producen cuando las empresas de fertilizantes lucharon contra la volatilidad del mercado a nivel mundial, desde que la invasión rusa a Ucrania hizo que los precios se dispararan en 2022, para colapsar el año siguiente, cuando los agricultores postergaron las compras y los suministros globales se estabilizaron”, explica el cable que encendió el alerta.
El año pasado, Nutrien reconoció un deterioro de 465 millones de dólares relacionado con sus adquisiciones en América del Sur, especialmente en Brasil.
La compañía se negó a comentar sobre los detalles de sus planes, incluidas posibles desinversiones o cambios de personal. “Como nuevo negocio, los cambios estructurales y de liderazgo son parte del camino de crecimiento”, dijo Nutrien en un comunicado dirigido a Reuters.
Con estos precios,las retenciones,y la chicharrita,la inversión en fertilizantes se cae como un piano.