León Merlot es un biólogo belga que desde hace años habita en los países de la región (ahora está viviendo en Bolivia) y ha trabajado mucho con organismos internacionales como consultor en temas ambientales y de biodiversidad. Su nombre se presta para un chiste que no hace más que reflejar las tensiones que lo invaden cotidianamente: ¿Qué es más importante? ¿Defender al león como especie amenazada o a la producción de uvas merlot para tomar un buen vino?
León Merlot se ríe con la chanza, pero no tanto. Cree que hay que hacer un delicado equilibrio entre la defensa de la naturaleza y el desarrollo. “Yo estoy profundamente convencido de que es importante conservar la naturaleza no solamente por razones éticas, también porque dependemos de ella. Más avanzamos en la crisis climática, en la crisis de biodiversidad y más nos damos cuenta de que la producción también depende de la naturaleza”, indicó a Bichos de Campo.
De inmediato agregó: “Dicho eso, la vida humana y la vida digna humana es también importante. Uno no puede priorizar el uno sobre el otro. Es decir, si somos humanos, entonces de alguna forma siempre terminamos priorizando la vida digna y me parece justo. Pero ignorar por eso la la naturaleza me parece muy peligroso, me parece un error. Entonces yo creo que hay que combinar los dos cosas”.
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-¿Y te parece posible hacer las dos cosas juntas, es decir cuidar la naturaleza y al mismo tiempo estimular la producción agropecuaria? ¿Recordás algunos casos?- preguntamos a León Merlot durante un encuentro del programa Paisajes Productivos Protegidos, que lleva a cabo la Fundación ProYungas y se realizó en Misiones.
-No he encontrado la solución todavía al 100%, pero lo que veo sí es que hay una evolución de mentalidad tanto en el campo, con gente humilde que se da cuenta de que hay un problema con el cambio climático y que eso está ligado a un problema ambiental que hay que tomar en cuenta. Veo también un quiebre de generación en el mundo empresarial. No voy a decir que están saliendo de la visión productivista, porque al fin y al cabo la razón de ser de una empresa es producir. Pero hay más preocupación y no solamente por estas razones de necesidad de adaptación. También por ética, porque no podemos estar destruyendo todo por más que queramos producir.
León, que es experto en desarrollo sostenible, planificación territorial y manejo de áreas protegidas, lamentó de todos modos que este cambio de mentalidad “en muchos países que es más lento de lo que podíamos esperar”. Por lo que aseguró: “Nno sé si estamos a tiempo para solucionar los problemas ambientales, sin hablar de los problemas sociales y políticos. Pero hay un cambio de mentalidad y una evolución”. Puso el programa de Paisajes Productivos Protegidos, que ya agrupa a 2 millones de hectáreas de reservas naturales en manos de empresas agroindustriales del norte argentino, como un buen ejemplo de ello.
-Este programa agrupa los esfuerzos ambientales de grandes empresas. ¿Se podrá extender alguna vez a pequeños y medianos productores?
-La problemática es distinta. Es decir, cuando uno trata con una gran empresa hay un centro de decisión que es o el dueño o el consejo de administración, y ahí es más fácil tomar decisiones que vayan en el sentido de proteger el medio ambiente. Encima no hay detrás de eso generalmente un tema de subsistencia. Pero generar una decisión contundente en una asamblea de pequeños productores es mucho más complicado y ahí sí hay un tema de subsistencia que a veces pone una problemática delante de la otra. Y es más difícil de solucionar. Pero sí veo que hay una evolución de mentalidad. Hay muchos pequeños productores que antes no se preocupaban en absoluto. Cuando yo empecé a trabajar del tema del cambio climático, no se percibía. Ahora hay zonas donde si no toman medidas para proteger sus fuentes de agua, ese es un vector muy importante para la protección de la naturaleza.
-En algún momento sonaste pesimista. Dijiste “no sé si llegamos a tiempo”. ¿Es tan grave el cambio climático?
-No lo veo tan grave aquí, pero veo que es grave a nivel global, donde hay una una pérdida de biodiversidad que no solamente es una pérdida de especies. Hay estudios que demuestran que en los últimos 40 años hemos perdido más del 80% de los efectivos de fauna silvestre. Yo vengo de una zona minera en Bélgica y los mineros cuando bajaban a la mina se llevaban a un pajarito en una jaula. Cuando se moría el pajarito quería decir que había un problema grave, que había que salir, porque sino te ibas a morir porque estaba llegando una contaminación por gas y podía explotar la mina. Lo comparo un poco con lo que pasa ahora : podemos vivir sin los animales, pero si los animales desaparecen eso nos indica que hay algún problema que nos puede tocar en algún momento.