La Mesa de Enlace emitió esta tarde un comunicado manifestando “su preocupación por los fenómenos climáticos que están aconteciendo en el litoral argentino, donde los productores están atravesando una situación catastrófica enfrentando junto a otros pares, bomberos y voluntarios sociales, un insuficiente apoyo estatal”.
Frente a los graves incendios en Misiones y Corrientes, por cierto, el apoyo del Estado Nacional más que insuficiente luce deplorable, sobre todo por el grado de politización que parece dominar los actos de sus funcionarios. Por suerte, en las últimas horas algunas lluvias permitieron aliviar un poco la situación en aquellas dos provincias, que fueron afectadas en las últimas semanas de modo severo por varios frentes de incendios, que no podían ser controlados debido a la intensidad de la sequía. A su paso, las llamas devoraron pasturas, cultivos y una enorme masa forestal. Las pérdidas serán enormes.
Como parte de la lamentable reacción del gobierno nacional frente a estos eventos, esta tarde el Ministerio de Agricultura a cargo de Julián Domínguez protagonizó un enorme gaffe o metida de pata. Uno de sus principales funcionarios aseguró que (entre comillas) “los mapas satelitales muestran un 96% quemado en la provincia”.
– Me sacaron de contexto- seguramente aclarará el funcionario después de leer esta nota, pero no le podrá echar la culpa al periodismo. Se trata del subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agricultura, y nada menos que el titular de la Comisión Nacional de Emergencia y Desastre Agropecuario, Ariel Martínez, quien debería conocer al dedillo la situación justamente por el rol que ocupa.
Martínez, que proviene de la gestión de Luis Basterra, fue el primer y único enviado nacional a esa provincia que viene ardiendo desde hace semanas. Un dato clave es que Corrientes tiene un gobernador opositor al oficialismo nacional. Quizás por eso ni el ministro Domínguez ni alguno de sus secretarios (Jorge Solmi o ahora Matías Lestani) asomaron sus narices por ese territorio. Martínez lo hizo recién el jueves y recaló únicamente en Mercedes, uno de los pocos municipios de signo peronista que queda en esta provincia.
Allí, en una conferencia de prensa que brindó entre intendentes y diputados peronistas, queda claro que el propio comunicado difundido por Agricultura malinterpretó a Martínez, quien hace alusión a que algunos predios rurales incendiados podrían incluso ser declarados ya no en situación de “emergencia agropecuaria”, que implica un daño superior al 50%, sino como “desastre agropecuario”, pues el umbral de daño provocado por el fuego es superior al 80%. Fue allí que habló del 96% de daño en uno de los campos de la zona.
Hace unos días, el ministro de la Producción de Corrientes, Claudio Anselmo, describió con mucha mayor exactitud el panorama de los incendios, que no por no quemar el 96% de la provincia deja de ser grave. “Corrientes tiene 8.800.000 hectáreas en todo su territorio, y hasta el momento, según un informe del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), suma en lo que va de enero y los últimos días de diciembre, una superficie total afectada del orden de las 115.000 hectáreas”, definió el funcionario nacional.
Es decir, hasta fines de enero la superficie afectada por los incendios representaba el 1,3% de la superficie provincial. Nunca el grosero 96% del que da cuenta el comunicado nacional. Un cálculo parecido, esta misma semana, difundió CRA en base a los informes de sus rurales correntinas, que hablaron de 120 mil hectáreas incendiadas. En los últimos días el fuego avanzó, pero en el peor de los casos debe haber quemado un total de 200 mil hectáreas. No es el 96% de Corrientes. Pero tampoco es poca cosa: son diez veces la Capital Federal.
Este es el informe del INTA que detalla el estado de situación real en la provincia:
Determinación de la Superficie Quemada por Incendios en la Provincia de Corrientes (diciembre 2021-enero 2022)
Hecha esta aclaración, el comunicado oficial de Agricultura reproduce otras inexactitudes, reflejando el alto grado de improvisación y descoordinación con el que parece se están manejando estos asuntos tan delicados em la órbita nacional. Por ejemplo, también atribuye a Martínez haber insinuado que la oposición al gobierno es responsable de no haya fondos suficientes para enfrentar la emergencia climática, ya que no aprobaron el proyecto de Presupuesto 2022 enviado al Congreso.
Aquí el video de la conferencia no exculpa al responsable directo del Fondo Nacional de Emergencia Agropecuaria, que está congelado en 500 millones de pesos desde 2009, porque la ley sancionada en aquel momento no previó ningún mecanismo de actualización. En este sentido, según el comunicado, Martínez indicó que “si bien se esperaba contar con un presupuesto de 12 mil millones de pesos, indicado en el Presupuesto nacional 2022, no se pudo llegar a ese monto porque no fue aprobado por el Congreso Nacional”.
Eso sí que parece ser falso. En ningún momento el Poder Ejecutivo envió al Congreso un pedido concreto de ampliación de ese fondo. Por el contrario, esta planilla adjunta pertenece al proyecto de Presupuesto que finalmente no se trató y allí está claro que el fondo permanecería en 500 millones de pesos también este ciclo, además de un adicional de 600 millones como “Apoyo a la Emergencia”. Es decir, a lo sumo se llegaría a 1.100 millones, y jamás a los 12.000 millones que ahora menciona Martínez.
En realidad, los benditos 12 mil millones de pesos de los que habla ahora el funcionario fueron el pedido hecho por el ministro Domínguez al jefe de Gabinete, Juan Manzur, en una reunión hace quince días. Pero todavía no hay confirmación de que esa partida vaya a otorgarse ni precisiones de como la ayuda se distribuirá entre las provincias y los productores afectados.
Hay otra situación que aclarar respecto del desafortunado comunicado del ministerio de Agricultura. Es cuando el subsecretario afirma que “es necesario, urgente y prioritario que Corrientes avance en la declaración de emergencia a nivel provincial para cumplir los pasos que establece la Ley”, es decir la homologación por parte de Nación de esa declaración de emergencia, para que corran los beneficios previstos y se puedan destinar fondos nacionales a atender esta situación.
En realidad, el gobierno de Corrientes ya declaró el 1 de febrero la “emergencia ígnea” por los incendios y le resta en todo caso declarar una emergencia agropecuaria adicional por la situación de sequía. Este es el decreto correspondiente:
Emergencia ignea Corrientes (1)
Según fuentes provinciales, esta declaración adicional se firmará en los próximos días para toda la provincia y actividades por el término de 6 meses. De todos modos, desde la semana próxima el gobierno local iniciará la recepción de declaraciones juradas de daños de los productores afectados en municipios y delegaciones provinciales. Luego, esa declaración será elevada para su homologación nacional.
Esperamos sea un trámite rápido y coordinado entre Nación y Provincia, sin más chicanas políticas berretas. Como debiera ser.
Las cuatro entidades de la Mesa de Enlace emitieron hoy un comunicado expresando que “acompañamos a los productores agropecuarios del litoral en esta catastrófica situación solicitando a los gobiernos tanto provinciales como el nacional, que atiendan esta situación desesperante”.
“No alcanza con las declaraciones de emergencia, se necesitan herramientas modernas para combatir este tipo de flagelos y un verdadero apoyo financiero e impositivo que permita regenerar el tejido social, económico y productivo de las provincias afectadas”, agregaron los ruralistas como expresión de deseo. Pero nadie parece estar pensando en esto dentro del gobierno.
Nota del Editor. Ariel Martínez se comunicó con la redacción de Bichos de Campo para aclarar que él no había dicho en ningún momento que el 96% de Corrientes había quedado bajo fuego y que también en todo momento trató de evitar la politización de su visita en medio de un problema tan grave como la sequía y los incendios, refutando así la desinformación contenida en el comunicado oficial del Ministerio de Agricultura de la Nación.