Desde hace varias décadas que la familia Cardinali se dedica a la producción de papa sobre 150 hectáreas cerca de la localidad cordobesa de Villa Dolores, Traslasierra. Han pasado cuatro generaciones como productores, pero recién con la llegada de Chiara, que ronda los veinte años, comenzaron a hacerlo de modo agroecológico, sin ningún tipo de insumos químicos y utilizando biofertilizantes que producen en el mismo campo.
Chiara Cardinali es la hija mayor de tres hermanos. Estudia Comunicación digital, pero sigue atentamente este proceso que comenzó en 2019 incorporando paulatinamente más hectáreas a este sistema de producción. Los asesora el ingeniero agrónomo César Gramaglia, técnico extensionista del INTA Villa Dolores.
Dentro de la empresa familiar, la joven está trabajando activamente en la comercialización de estas papas especiales, que comenzaron a implantarse primero en un cuarto de hectárea del campo familiar y fueron creciendo. “Este año sembramos 6 hectáreas en el verano y 4 hectáreas para el invierno de papa agroecológica”, relató Chiara a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa a Chiara Cardinalli:
Chiara manifestó que la mayoría de los productores sigue haciendo papa del modo convencional en Villa Dolores, y de hecho su familia produce la papa La Cerrillense sobre un total de 150 hectáreas. También aclara que esto de la papa agroecológica es por ahora un ensayo que ofrece buenos resultados porque los rendimientos compiten con los sistemas que utilizan agroquímicos. Aclara que hasta ahora les han tocado buenos años para hacerlo. No saben bien qué sucederá en un año climático difícil.
“Hacer papa agroecológica mejora el suelo, porque los biofertilizantes siguen quedando en el, y por ende se logra una mejora que no se consigue con el fertilizante químico, el cual al toque que lo ponés lo chupa la planta”, explicó Chiara sobre las diferencias.
“La papa convencional en su composición no tiene residuos químicos, al menos en lo investigado al momento. Pero hacer esa papa es mas perjudicial para el ambiente y el suelo, incluso aunque nosotros hagamos rotación de cultivos para cuidar al suelo”, aclaró Cardinali.
La papa agroecológica que producen se comercializa bajo la marca “La Cerrillense Agroecológica” y se presenta en bolsas de poli papel de 20 kilos. Ese es otro detalle que la diferencia de las bolsas plásticas de 20 kilos que le hacen a la papa convencional en arpillera plástica.
El origen de esta historia vienen del bisabuelo de Chiara, que vino desde Italia a la Argentina y fue el rpiemr productor. Pero fue recien en los años 70, cuando el gobierno peronista expropió una gran estancia y la dividió en lotes de 70 hectáreas bajo riego desde el dique La Viña, que los Cardinali se asentaron en este ligar de Traslasierra. “Entregaron tierras por puntaje. El primer año a mi nono no le dieron el campo porque el era italiano, entonces al año siguiente renunció a su ciudadanía, o sea que te restaban puntaje por ser de otro país”, explicó Chiara.
Desde entonces cultivan papas en la llamada parcela 33. En esa zona productiva, la papa se siembra y cosecha dos veces por año, con una siembra temprana entre julio y agosto, para cosechar en noviembre/diciembre; y una siembra tardía, entre febrero/marzo, para cosechar en junio/julio.
-¿Cómo fue el proceso de virar algunas hectáreas del campo papero familiar a la agroecología?
-Fue un proceso lento y sigue siéndolo. Empezamos hace tres años con un cuarto de hectárea, luego sumamos dos, y tres y así hasta llegar a hacer seis hectáreas. El primer año nos quedamos cortos con la venta porque mucha gente quería y nos salieron 300 bolsas- describió la joven productora.
Además explicó que en el proceso de cultivo “se usan otros insumos que no son químicos, y justo en esta cosecha a esta papa no se le puso nada, ni biofertilizante ni fertilizante de base porque se nos pasó el tiempo. Ahora en la próxima siembra le aplicaremos un biofertilizante y algunos foliares”.
“El fertilizante de base es granulado y los fertilizantes foliares los hacemos nosotros mismos en el campo en tambores de 100 litros, y estos tienen base de azufre o de bosta de vaca. Llevan todo un proceso de fermentación que llevan más o menos 30 días y si estamos muy ajustados de tiempo le aplicamos soda cáustica que tarda tres días para poder aplicarse, y durante esos días tenés que mover la preparación dos veces al día “, agregó.
-¿Hay demanda de alimentos agroecológicos?- le preguntamos.
-Sí, hay demanda por este tipo de alimentos. Acá en esta zona quizás no tanta porque somos pocos pero nosotros también vendemos en el Mercado Central, el puesto 9 de la nave 8 es el que nos compra ya que vende sólo agroecológico y orgánico”, respondió.
Cardinali dijo que la idea sería seguir creciendo en superficie pero que primero es necesario cambiar la mentalidad de la gente para que nos compre y consuman agroecológico. “Con lo que hacemos hoy alcanzamos a cubrir la demanda que tenemos y si hiciéramos mas quizás nos quedaría papa sin vender”, expresó.
“Lo ideal sería un campo todo agroecológico pero para eso faltan muchos años y muchos ensayos más por delante. Por ahora con el apoyo del INTA estamos más que satisfechos”, concluyó.