El último viernes 4 de octubre, el ministro de Economía, Luis Caputo, designó en planta permanente de su organismo y le concedió un ascenso dentro de su cartera al funcionario kirchnerista que se ocupó, entre 2021 y 2023, del bloqueo sistemático de las exportaciones de carne y de granos en la Argentina. El contador Luciano Zarich, que además fue quien condujo en el terreno el intento de intervención de la aceitera Vicentin, fue “premiado” por el gobierno libertario con uno de los más altos escalafones en la carrera de los empleados del Estado y goza de uno de los haberes más elevados.
Según los términos de la Resolución 1021/2024 firmada por Caputo y publicada hoy en el Boletín Oficial, Zarich fue designado en “la planta permanente del Ministerio de Economía, de acuerdo con lo establecido en el Régimen de Valoración para la Promoción por Evaluación y Mérito, aprobado en el artículo 2° de la resolución 53 del 22 de marzo de 2022 de la ex Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Jefatura de Gabinete de Ministros”. Tendrá entonces uno de los más altos escalafones de la administración pública (la categoría A9) y trabajará como economista especializado dentro del área de la Secretaría de Política Económica.
La situación, aunque no tan publicitada como aquella, recuerda al día en que el ex titular de la AFIP en tiempos del kirchnerismo más duro, el ex guardiamarina Ricardo Echegaray, luego de haber cometido las mil y unas tropelías dentro de la función pública, volvió a su trabajo como empleado de planta permanente de la Aduana, en febrero de 2020.
Aunque Zarich lejos está de haber manejado tanto poder como Echegaray, fue el funcionario clave en las políticas anti agro que desplegó el último gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Es decir, aplicó todas las restricciones al libre comercio de productos del campo que el gobierno del presidente Javier Milei comenzó a desmantelar a partir de diciembre de 2023.
El primer cargo político ocupado por Zarich sucedió entre 2011 y 2015, en el segundo gobierno de Cristina, cuando dentro de Agricultura se ocupaba del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) y desde allí habilitaba a las empresas truchas creadas por ese entonces para recibir los ROE Verde (permisos de exportación) para maíz y trigo que otorgaba el ex secretario Guillermo Moreno, y que luego eran canjeados por dichas empresas falsas a cambio de unos cuantos dólares por tonelada.
Con el regreso del peronismo al poder, Zarich ocupó en 2020 el cargo de subinterventor designado por el Ejecutivo en el fallido intento de expropiación de la empresa Vicentin, e incluso protagonizó por unos pocos días el desembarco como interventor en la sede central de la compañía, en la ciudad santafesina de Avellaneda. Luego, a partir de marzo de 2021, fue designado por Alberto Fernández como nuevo director nacional de control comercial agropecuario, con un objetivo más que preciso: debía implementar el nuevo cierre de las exportaciones de carne vacuna decidido por el gobierno desde abril de dicho año. Por eso creó las DJEC, unas declaraciones juradas de exportación que cumplían la misma función que los viejos ROE.
Más tarde, el ex ministro de Economía, Sergio Massa, lo ascendió al puesto de secretario de Mercados Agropecuarios y le asignó también la regulación de las exportaciones de granos y subproductos agrícolas, por vía de los denominados “volúmenes de equilibrio”, que no eran otra cosa que la fijación de cupos para el mercado interno y de saldos exportables. En ese momento era el funcionario más poderoso del todo el área agropecuaria, pues podía aprobar o rechazar exportaciones por más de 40.000 millones de dólares al año.
En su gestión en la denominada ex ONCCA, el gris contador desarticuló los controles electrónicos de faena en los frigoríficos y los caudalímetros en los molinos harineros, que había implementado ese organismo en la gestión de Cambiemos y que recién ahora está tratando de reemprender la nueva gestión de La Libertad Avanza como método para reducir la evasión en ambos sectores.
Pese a todo esto, y desoyendo por completo las promesas de Milei de enfrentar a la casta enquistada en el Estado Nacional, el ministro Caputo designó a Zarich para trabajar como un alto asesor de su cartera y gozar de uno de los sueldos más elevados dentro del escalafón de la función pública, ya que incluso se le concedió un ascenso dentro del Régimen de Valoración por Evaluación y Mérito del Sistema Nacional de Empleo Público.
“En dicho marco, el Ministerio de Economía promueve el desarrollo de carrera de sus agentes de planta permanente bajo los lineamientos de la ley 25.164, fortaleciendo la igualdad de oportunidades, potenciando la carrera administrativa y la mejora de las condiciones laborales en la repartición, todo lo cual es condición y sustento para la inclusión, formulación e implementación de políticas de fortalecimiento del empleo público, que sin duda redundan en la mejor gestión de esta jurisdicción”, fue la única explicación brindada por Caputo, ministro de un gobierno que supuestamente venía a combatir este tipo de manejos dentro del Estado.
Incluso Zarich cobrará más que otros empleados de carrera: “Reasígnase, a partir de la fecha de posesión de la nueva situación escalafonaria el Suplemento por Función Específica de la carrera de Economista de Gobierno”, dice la norma firmada por el ministro. Su salario extra lo pagaremos entre todos: “Será imputado con cargo a las partidas presupuestarias correspondientes al Ministerio de Economía para el ejercicio 2024”.
Es decir que lejos de ser investigado por sus actos dentro de la función pública, Zarich recibió un premio de parte de la administración libertaria.
No es de extrañar, pues desde un primer momento el gobierno de Milei se mostró muy solidario con la situación de este funcionario y sus principales colaboradores en la ex ONCCA, como José Secchi y Gerónimo Sarría. El primero sigue en su puesto al mando del RUCA mientras que el segundo, que oficiaba como coordinador general del organismo que regulaba las exportaciones de carnes, se mantiene como asesor del actual secretario de Mercados Agropecuarios, Agustín Tejera.
Desde el vamos quedó claro que ese grupo de funcionarios kirchneristas iba a gozar de impunidad en la nueva etapa que se inició con el gobierno de Milei cuando el ex secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, le negó sistemáticamente a Bichos de Campo el acceso a la información del listado de DJEC (permisos de exportación) concedidos por esa administración de Zarich a los diversos grupos frigoríficos.
Pero el caso que mayor perplejidad despertó fue el contador Alejandro Agustín López, que aún sigue trabajando dentro del Estado y es coordinador de la ex ONCCA en la zona de Rosario -también con una alta categoría A2- pese a que al mismo tiempo trabajaba como parte de un estudio jurídico y contable que asesoraba empresas agropecuarias en dicha región.
Bloqueaban las exportaciones de carnes,pero liberaban las importaciones de aviones sobrefacturados y con dólares baratos que les daba el BCRA.Una joyita premiada por Caputo.Muy bien!!!!LLA y lpm!!!!
Siempre lo mismo., y hay funcionarios a parte de los nombrados que siguen recaudando, un tal Leonardo Sosa, que lo habian puesto en fiscalizacion de granos, hacen caja, hacen daño a operadores Y AUN SIGUEN, Sariia sigue, Secchi sigue, esto es una joda Libertarios, y ustedes que venian a sanear., mama mia
No se por qué me llega notificaciones de tan pobres artículos llenos de mentiras….
Cuánto más prontuario de actuaciones antiagro, más premios.
Todos los sinverguenzas siempre caen parados