Gustavo Martini, el coordinador de área de agricultura en AACREA, dice que la producción de soja se estancó en el país debido a que el clima político y económico en muy inestable y no brinda un marco adecuado para que el productor invierta más dinero en la tecnología que le permita incrementar los rendimientos.
Más allá de la reciente y saludable recuperación del maíz como competencia por los mismos lotes que la soja, el especialista dice que aquí la tasa de crecimiento de los rindes en soja se ubica por debajo de la de otros países productores, como Brasil y los Estados Unidos. “En este punto hay que considerar cómo se ha ido planteando el paquete tecnológico en torno a la soja”, indicó.
Los gráficos que comparan el uso de insumos en soja aquí versus otros países productores reflejan que los productores argentinos realizan una inversión mucho más baja que en el resto, a veces porque no hay necesidad de gastar tanto (por ejemplo, en fungicidas) y otras porque el entorno local no ayuda a tomar la decisión de invertir.
“En Brasil, por ejemplo, el uso de fertilizantes es mucho más alto que el nuestro, y parte de eso tiene que ver con la necesidad de usarlos porque hay menos disponibilidad (de nutrientes) que en los suelos argentinos. Pero también con la posibilidad de poder cerrar un negocio más rentable que permita apostar a rendimientos más altos”, ejemplificó Martini.
Mirá la entrevista completa con el coordinador agrícola de AACREA:
Según el especialista, “esa es una realidad que enciende una luz de alerta. Somo los que menos fertilizantes usamos, los que menos insecticidas y fungicidas usamos, los que menos gastamos en semillas, pero aún así producimos igual o más que muchos, y eso depende de nuestros recursos”.
La luz de alerta, según Martini, se enciende con la pregunta de “hasta cuándo vamos a poder sostener esa producción si no nos ocupamos que nuestros suelos no se empobrezcan o que la propiedad intelectual en semillas se reconozca equitativamente con nuestros competidores”.
-Entonces la clave de nuestra competitividad en soja es que somos medio chantas, porque no cuidamos el suelo, o porque no pagamos regalías…
-No, estoy seguro que no es así. De hecho el sector productivo hizo mucha fuerza para que la Ley de Semillas salga. No me parece que todo pase por ser chantas. Pasa por optimizar los recursos y las posibilidades que hay. Es entendible que cualquier productor, ante la inestabilidad del contexto político y económico, y con precios relativamente bajos a nivel histórico, no apueste a ser el campeón de la soja, y que por ahí esté especulando con el fertilizante que usa o la rotación que hace.
Según Martini, en la Argentina el contexto es “inestable” porque los productores “no saben cuáles van a ser los derechos de exportación al momento de cosechar. Y esto no pasa ni siquiera por el color del gobierno de turno. Ha habido muchos cambios a lo largo del tiempo”.
El especialista de AACREA señaló que hay muchas cosas que deberían hacerse para dotar a los productores de mayor seguridad y así lograr un mayor flujo de inversiones hacia la soja. Citó por ejemplo la presión impositiva, la infraestructura, la falta de seguros multirriesgo, la burocracia administrativa, el bajo volumen en los mercados de cobertura de precios. Pero sobre todo “la baja previsibilidad del contexto”.
“Son cosas que desalientan las posibilidades de aprovechar las ventajas competitivas que tenemos en base a los recurso naturales”, concluyó.