Los principales laboratorios involucrados en la provisión a los ganaderos de vacunas contra la fiebre aftosa, Biogénesis Bagó y CDV, fueron denunciados por “presunta cartelización y abuso de posición dominante” por un tercer laboratorio Tecnovax, en una guerra declarada entre empresas cuyo final es incierto y podría perjudicar los planes sanitarios de toda la Argentina.
Tecnovax, hace unos meses, se apoyó en el ala desreguladora del gobierno de La Libertad Avanza, encarnada en el ahora ministro Federico Stuzenegger, para denunciar que tanto Biogénesis Bagó como CDV estaban vendiendo la vacuna a los productores a valores exagerados respecto de los países vecinos. La situación forzó al Senasa a definir cambios en la composición de la vacuna requerida por la Argentina, como para que fuera más sencillo habilitar nuevos competidores e importar vacuna de otros países a menores precios.
Con las nuevas reglas de juego, tanto CDV como Biogénesis, además del laboratorio internacional CEVA, se presentaron a la convocatoria de Senasa para introducir a partir de marzo de 2025 al mercado nuevas vacunas bivalentes (es decir con las cepas requeridas en el nuevo escenario), sacando del mercado la tetravalente que se exigía hasta el momento y que -según Tecnovax- era el requisito sanitario en el que se justificaban los altos precios y se imposibilitaba la libre competencia de proveedores.
Según fuentes privadas, en cambio, Tecnovax no había hecho todavía ninguna presentación formal de una vacuna de su propia producción para que sea analizada y aprobada por Senasa, como sus competidores. La compañía -especializada en otras ramas de vacunas veterinarias- no tiene planta de producción local del inóculo contra la aftosa y lo que había anunciado era que iba a importar de Brasil unas 15 millones de dosis a mitad de precio que sus competidoras que lo producen en la Argentina.
Tecnovax realizó este pedido de registro el pasado jueves 11 de julio y anunció que firmó un acuerdo de provisión de largo plazo con el laboratorio brasileño Ourofino, para su vacuna bivalente Ourovac Aftosa.
En este escenario, y mientras corren los meses para que en marzo de 2025 deje de regir la exigencia de producción de la vacuna tetravalente, se conoció este lunes que además “presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), denunciando por presunta cartelización y abuso de posición dominante a las empresas Biogénesis Bagó y CDV”.
Es decir que se pide la participación del gobierno, a través de la CNDC, que depende de la Secretaría de Comercio, para que analice nuevamente el mercado, ya no desde el punto de vista sanitario (es decir la composición de cepas, lo que corresponde al Senasa) sino también desde el punto de vista de supuesto perjuicio económico al sector agropecuario, que cada año vacuna unas 85 millones de cabezas de ganado (en dos campañas anuales) a un costo final (vacuna más aplicación) cercano a 2 dólares por dosis.
Es decir, el telón de fondo de esta pelea entre empresas es un negocio de unos 150 millones de dólares anuales, aunque en realidad podría ser mucho más relevante, porque algunas fuentes dicen que lo que se pelea en realidad es la posición de liderazgo en el negocio de proveer todas las vacunas para el sector veterinario. Fuentes extraoficiales argumentan al respecto que lo que pretende Tecnovax no es competir en el rubro de la fiebre aftosa -que no maneja hasta ahora- sino evitar que Biogénesis Bagó utilice esa vacuna obligatoria como caballito de batalla para vender otras vacunas de uso veterinario.
En su presentación, Tecnovax -que parece haber rehuido hasta aquí de competir en el nuevo escenario diseñado desde Senasa para la primera campaña 2025, cuando no se podrá producir (aunque sí usar el stock) las vacunas tetravalentes- sostiene que la presunción de “las conductas colusivas, la modificación unilateral y abusiva del precio de la vacuna antiaftosa tetravalente, la discriminación del precio ofrecido, la venta atada y la negativa de venta, obedecen a la situación particular de un abuso anticompetitivo de poder oligopólico, al ser las únicas elaboradoras y oferentes de este producto en el país”.
“Todas estas conductas resultan violatorias de la Ley de Defensa de la Competencia y perjudican no solo a la competencia sino principalmente a los productores y consumidores, causando así un perjuicio al interés económico general, por lo cual se solicita que se aplique la sanción correspondiente en el caso de que se corroboren las mismas”, sostiene la presentación ante la CNDC.
“Los precios de las vacunas en Argentina eran en febrero de 2024 de 1.430 pesos por dosis a precio de salida de laboratorio lo que equivale a 1,7 dólares a tipo de cambio oficial de ese momento, mientras que en otros países de la región era de entre 0,35 y 0,75 es decir 2 a 4 veces más baratas”, dice la denuncia de Tecnovax, que cuando comenzó a discutir esto amagó con importar vacunas de Brasil a menos de 1 dólar.
En su defensa, fuentes tanto de Biogénesis Bagó como de CDV argumentan que no ha sido real que ellos hayan facturado 2 dólares por vacuna. En la primera empresa, que es líder indiscutida y mantiene el banco de cepas de aftosa desde el regreso de la enfermedad en 2001, dijeron que ellos facturaron cada vacuna en la primera campaña de 2024 a una cifra promedio de 504 pesos por dosis y antes de la fuerte devaluación de diciembre pasado. Así las cosas, hablan de unos 65 centavos de dólar en ese momento, que eran equivalente al costo de la vacuna en países vecinos.
Las entidades rurales que también denunciaron que aquí se pagaban 2 dólares, mostraron facturas de las fundaciones o entes sanitarios locales que arrancaban en los 1.600 pesos y llegaban a 2.100 pesos por cabeza, aunque incluían el valor del medicamente y los costos operativos y financieros de la campaña. La investigación podría entonces derivar hacia posibles abusos cometidos contra los productores por algunas de esas organizaciones sanitarias dirigidas por los propios productores, que podrían haber comprado la vacuna barata y -en un contexto altamente inflacionario- haber remarcado esos valores a sus usuarios finales.
Es mucho lo que debería chequear, a juicio de Tecnovax, la Comisión Nacional de la Competencia si aceptara lleva a fondo la investigación sobre ese negocio. Según su comunicado de prensa, los puntos clave para analizar son que, siendo la vacunación obligatoria, “hasta el año 2017 el único oferente de la vacuna era la firma Biogénesis Bagó. En ese año se sumó como participante la firma CDV”, tras realizar una inversión para producirla localmente.
Dice Tecnovax, citando expresamente a su principal puntal dentro del gobierno de Javier Milei: “El perjuicio para el sector ganadero, por sobreprecios en la vacuna, fue estimado por el actual ministro Federico Sturzenegger en el orden de los 2.000 millones dólares desde el inicio del programa. La falta de competencia estuvo fundada la obligatoriedad de utilizar cepas exóticas exclusivas de Argentina (A2001) hasta el año 2024, momento en que SENASA liberó dicho requerimiento a partir 2025 y en una regulación excesivamente rígida”.
Senasa, tras el primer round de esta pelea, modificó esa regla (sin consulta previa como en otros expedientes ni estudio sobre la situación epidemiológica local), excluyendo obligatoriamente a partir de 2025 la cepa C, que ya no tiene circulación en todo el mundo, y permitiendo a los fabricantes que ofrezcan a los productores vacunas trivalentes (con las cepas A24, la A2001 y 01 Campos), o directamente la bivalente con una cepa A y la 01 Campos. Este es el medicamento que han anotado ahora Biogénesis Bagó, CDV y Ceva, para pasar en los próximos meses las pruebas requeridas por la autoridad sanitaria. Tecnovax, repetimos, no hizo hasta ahora ninguna presentación. Esa es la composición que se utiliza en toda la región.
¿Y entonces? Según dicen los laboratorios acusados de monopolio, el verdadero negocio detrás de Tecnovax sería ingresar al país un elevado stock de vacunas remanentes de la campaña de vacunación de Brasil, país que ha anunciado el final de esa lucha sanitaria. Con la decisión de dejar de vacunar a todo su rodeo, actualmente no habría quedado en Brasil ningún laboratorio productor activo de la vacuna, pero en el mercado hay un remanente de cerca de 100 millones de dosis que se venden a bajo precio y tienen fecha de vencimiento cercanos. Los últimos lotes habrían sido producidos en junio de 2023 y vencerían en el mismo mes de 2025.
También en este punto las versiones se dividen, porque en tecnovax aseguran haber firmado un acuerdo de provisión de largo plazo con el laboratorio paulista Ourofino.
En su comunicado, Tecnovax admite claramente que su objetivo es importar las vacunas para competir con sus rivales. Señala que “al día de la fecha la regulación legal vigente no ha permitido aún el ingreso de nuevas vacunas, existiendo millones de dosis disponibles a precios competitivos que no pueden ingresar a la Argentina debido al marco regulatorio”.
“Tecnovax ha solicitado la autorización de su vacuna proveniente de Brasil, garantizando a través de un acuerdo de abastecimiento su disponibilidad a largo plazo que dará a los productores la posibilidad de optar por nuevas vacunas. Las vacunas provenientes de Brasil cuentan con un extenso programa de aprobaciones regionales y han servido para controlar todos los brotes que aparecieron en la región. Es la vacuna utilizada por Uruguay para acceder a los mercados más exigentes del mundo. Las vacunas de este origen llevan aplicadas más de mil millones de dosis con óptimos resultados”, argumenta el laboratorio denunciante.
Por ahora, esas vacunas no puede importarse porque la vigencia de la exigencia de la Cepa C en las vacunas regirán recién a partir de marzo de 2025, y recién se habilitarán nuevas vacunas bivalentes luego de pasar por las complejas pruebas de calidad exigidas por el organismo sanitario.
Queridos Amigos. Ustedes no tienen ni idea de cómo se pueden liberar de la aftosa y otras enfermedades usando el di0xid0 de cl0r0. Investiguen. Es muy barato y además muy, pero muy efectivo. Es tiempo de ser audaces y provar otros métodos. Googleen y busquen al Dr Andreas Skalcker. Dios les bendiga
Gabriel de Mardel