La organización ecologista Greenpeace, que desde hace años viene batallando contra el desmonte ilegal en las provincias del norte argentino surcadas por el Gran Chaco, ahora elaboró un informe en el que denuncia que la mayor parte de los planteos silvopastoriles realizados en los últimos años en Chaco y Santiago del Estero, supuestamente con planes autorizados para campos ubicados en la “zona amarilla”, no han servido a los fines ambientales, pues “se evidenció que el 70% de los casos analizados perdió su estructura y función como bosque”.
“Greenpeace analizó la intervención realizada, entre los años 2008 y 2022, sobre 1.881 lotes de las provincias de Santiago del Estero y Chaco con bosques clasificados en la Categoría II – amarillo (donde se permiten actividades sustentables, pero no desmontes), con el objetivo de realizar una caracterización y cuantificación del impacto a partir de variables como su estructura y funcionamiento”, contó la ONG sobre un informe que acaba de publicar.
Y comentó que “el análisis reveló que desde el año de su intervención hasta la actualidad, los lotes perdieron, en promedio, la mitad de su fracción leñosa”. Es decir que el avance de planteos productivos sobre estas áreas amarillas no cumplió con el objetivo de conservar la biodiversidad previa, avanzando con un desmonte más allá de lo aconsejable.
“Por otra parte, se evidenció que el 70% de los casos analizados perdió su estructura y función como bosque”, añadió Greenpeace en el documento.
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Para la organización ambientalista, tras haber hecho este análisis, queda claro que “los bosques de Chaco y Santiago del Estero intervenidos para ganadería intensiva terminan con la misma densidad de árboles que tienen parques públicos de la ciudad de Buenos Aires, lo que implica que prácticamente están transformando a los bosques chaqueños en una plaza”.
La entidad cree, luego de este estudio, que “bajo la denominación de un ‘manejo silvopastoril’ supuestamente sustentable, grandes productores en realidad están realizando desmontes, por lo que es evidente la responsabilidad de los gobiernos de Santiago del Estero y Chaco en la violación de la Ley Nacional de Bosques, al autorizarlos donde no está permitido”.
Por eso la organización volvió a reclamar “en forma urgente prohibir y penalizar tanto los desmontes como los incendios forestales”.
En ese sentido, Greenpeace recordó que “Desde hace casi tres décadas, el 75% de los desmontes de Argentina se concentran en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa”, donde se despliega el llamado Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica detrás del Amazonas.
Desde la sanción de la Ley Nacional de Bosques, a fines de 2007, hasta junio de 2024 se deforestaron 1.0007.695 hectáreas en Santiago del Estero, 710.829 hectáreas en Salta, 535.501 hectáreas en Chaco y 478.397 hectáreas en Formosa, resume.
Según su posición, “más de la mitad” de esos desmontes se realizan donde no está permitido por la normativa forestal nacional. Y esto ocurre sobre todo en las provincias de Santiago del Estero y Chaco, principalmente en planteos que pretenden integrar la protección del monte con la ganadería.
Son los planteos silvopastoriles que se critican ahora en este nuevo estudio: “Con el argumento de que se dejan árboles en pie, existen cuestionamientos de definir a estas prácticas como deforestación. En ese sentido, este informe busca dar mayor precisión respecto de cómo, en la práctica y en el tiempo, estas intervenciones terminan siendo desmontes”.
Tras relevar más de 1.800 proyectos de este tipo en las dos provincias norteñas, en su estudio Greenpeace comparó la densidad de árboles por hectárea resultantes de una veintena de planteos con el mismo indicador en varias plazas y parques porteños, como los parques Centenario, Rivadavia, Saavedra o Avellaneda.
“Si tomamos los valores promedio de cada tabla, la densidad de árboles en los lotes analizados de Chaco y Santiago del Estero es de 55,92 árboles/ha, mientras que para los parques públicos analizados es de 50,99 árboles/ha”, fue la lacerante conclusión de este trabajo.
Tiene razón Geenpeace. El deterioro de esos bisques es muy marcado. Lo de “silvopastoril” tiene mucho de “pastoril” y poco de “silvo”.
Bosques.
La desinformación de estos delincuentes intelectuales es tremenda…. El ambiente original del Chaco no era un monte cerrado sino un parque similar a una sábana. Por lo tanto con la intervención se llega a un ambiente muy parecido al original. Y para su información la provincia fitogeografica se llama parque chaqueño y no monte chaqueño. Por favor dejen de generar falsos conceptos sobre gente que no conoce sobre el tema
No. La ganadería bovina degrada al bosque. Originalmente había zonas de bosque y de sabana, y de pastizal también, según las características de cada zona. No era todo igual. Pero la ganadería bovina degrada el ecosistema.
Comparativamente, la cría de cabras en el chaco seco es menos dañina que la cría de vacas.
Que tiene que hacer Greenpeace en nuestro territorio ?????? Que vayan a Europa que no dejaron nada………Que Argentina tiene que tener políticas ambientales y usos de el agua es una realidad .Pero esta gente Fuera ….
Éstos de Greenpeace creen que lo que comen sale de una impresora. Parece que no saben que si no se produce en el campo todos los de la ciudad se mueren de hambre, pero para ellos es fácil decir no usen herbicidas , no desmonten , no tienen idea de nada .
No me gusta Greenpeace, técnicamente opinando. Pero hay que reconocer que en este caso tienen razón. Contrariamente a lo que dicen algunos “iluminadas “, meter vacas, chivos, etc, ES DESTRUIR EL BOSQUE. Tengo el lema “FORESTAL” ( sí, con mayúsculas y soberbia): ,” para conservar hay que producir “. Pero son chantismos. No conozco la solución para la región chaqueña..
El informe de Greenpeace aporta buenos datos, sin embargo, el problema es cómo se interpretaron esos datos. No es correcto sugerir que toda la vegetación leñosa que se perdió es de los arboles como lo hace el informe, siendo que una parte de las leñosas son arbustos y son justamente los que se reemplazan parcialmente por el pasto al establecer un sistema silvopastoril. Para sugerir eso, se debería haber contado los arboles al comienzo y al final del periodo de estudio y no solamente al final como se hizo. Por otra parte, ya se sabe que el pasaje de un bosque nativo a un sistema silvopastoril cambia su funcionamiento (ej. cambio en la actividad fotosintética por NDVI como muestra el informe) y también se sabe que se pueden perder algunos otros servicios ecosistémicos, pero también sería justo mencionar que con los silvopastoriles bien manejados, se ganan otros servicios ecosistémicos, como la producción ganadera que permite vivir a muchos productores de la región conservando parcialmente el bosque nativo.
Los silvopastoril se adapta mejor a las explotaciones forestales. La haciendo sólo ingresa cuando los árboles han alcanzado un tamaño suficiente como para que no los puedan destruir. Al parquizar el monte artificial, limpian el suelo del monte, con lo cual reducen el peligro de incendio, facilitando además los raleos y la extracción final de la madera.
La cría de ganado caprino en el chaco es menos destructiva que la de ganado bovino. Es cierto lo que dice este reporte, la actividad silvopastoril degrada, por no decir destruye, el bosque nativo.
Parece que la segunda foto resume el sistema …árboles sombra pasto y hacienda…
Esta gente son una máquina de impedir el desarrollo de cualquier nación… pagados y mantenidos por los que no tienen nada natural
Eso si para mentir y engañar son profesionales. Nunca salieron a explicar lo del ternero con GPS que hacían pasar por Yaguarete en Salta …