A través del monitoreo de imágenes satelitales, la organizción ambientalista Greenpeace detectó la deforestación de 7.811 hectáreas en la provincia de Chaco durante los últimos seis meses. Esto se produce, denunció la ONG, a pesar de un fallo de la Justicia provincial que suspendió los desmontes.
“La impunidad y voracidad de algunos empresarios agropecuarios deja en evidencia que ni las medidas judiciales ni las multas alcanzan para frenar la destrucción de nuestros últimos bosques nativos. Necesitamos que en forma urgente se penalicen los desmontes”, señaló Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace, al hacer pública la denuncia.
El 5 de noviembre pasado la Sala Primera de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de la provincia del Chaco resolvió “ordenar a la Subsecretaría de Desarrollo Forestal del Chaco y al Ministerio de la Producción, Industria y Empleo del Chaco: 1) La inmediata suspensión de todo permiso y/o autorización de cambio de uso de suelo (…) en cualquier estado de ejecución en que se encuentre, desde el mes de diciembre del año 2014 y hasta el presente; 2) La inmediata suspensión de todo procedimiento, trámite o actividad tendiente a otorgar permisos y/o autorizaciones de cambio de uso de suelo (…) 3) Asimismo, deberán notificar fehacientemente del presente resolutorio a los titulares de la totalidad de los permisos y/o autorizaciones de cambios de uso de suelo aprobadas y en estado de ejecución desde el mes de diciembre del año 2014, debiendo acreditar el cumplimiento”.
El fallo de la justicia se basó en la falta de actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, un proceso que se inició en 2006 con la sanción de la ley. En territorio chaqueño ese trabajo se realizó solo una vez, aunque la legislación requiere una actualización periódica.
Greenpeace citó datos del Ministerio de Ambiente de la Nación, que ubican a Chaco como la provincia con más pérdida de bosques nativos entre 2016 y 2019, con 130.487 hectáreas deforestadas.
Por su parte, el monitoreo satelital de Greenpeace detectó que, a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19, durante 2020 en la provincia se perdieron 13.128 hectáreas de bosques.
“El gobernador de Chaco tiene que entender que este debe ser el principio del fin de la deforestación en la provincia. No puede seguir siendo cómplice de este crimen y debe aumentar fuertemente los controles para garantizar que se cumpla la suspensión establecida por la Justicia y no se siga desmontando”, reclamó la entidad a Jorge Capitanich.