China nunca compró tanta soja a Brasil como en 2025: en los primeros ocho meses de este año envió casi 66 millones de toneladas de la oleaginosa a China, lo que representa un 78% del total embarcado.
La cuestión es que sólo en el mes de agosto Brasil exportó 8,0 millones de toneladas a China, una cifra que representa casi el 85% del total de los envíos, según datos publicados por la asociación que nuclea a las principales agroexportadoras brasileñas (Anec) a partir de datos oficiales la Secretaría de Comercio Exterior de Brasil.
La concentración de la demanda china de soja en Brasil es parte de un mandato del gobierno de la nación asiática, que decidió no comprar una sola tonelada de poroto estadounidense de la nueva campaña 2025/26 hasta tanto no finalicen las negociaciones comerciales con EE.UU. Se trata, de alguna manera, de un “regalo” de la gestión de Donald Trump.
En ese marco, las exportaciones brasileñas de soja destinadas a China crecieron de manera sustancial, al igual que las argentinas, aunque en este último caso en una menor proporción.
Para el presente mes de septiembre Anec proyectó que las exportaciones brasileñas de soja serían de 6,75 millones de toneladas versus 5,16 millones en el mismo mes de 2024, mientras que las de maíz sumarían 6,36 millones, una cifra similar a la de un año atrás (6,56 millones).
La presión de la demanda china está impulsando los precios de la soja brasileña, aunque los productores de esa nación no están experimentando la completa intensidad de ese fenómeno a causa de la apreciación que está experimentando el real.
El valor de referencia de la soja con entrega en el puerto de Paranaguá se ubicó el viernes pasado en 433,6 u$s/tonelada, una cifra superior a los 420,1 u$s/tonelada registrados un año atrás. Sin embargo, en reales el valor negociado ayer fue de 2347 R$/tonelada versus 2344 el mismo día de 2024.
Los fondos agrícolas siguen preparándose para aprovechar un eventual impulso alcista del maíz