“Con ese dinero que dimos en 2017, podríamos haber puesto en valor 30 guardias de hospitales públicos, comprado 650 ambulancias, construir 1.000 viviendas o hacer mas de 120 kilómetros de ruta. Ahí es donde están las prioridades de la provincia y no en el subsidio a un juego legal”, explicó la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, al anunciar una ofensiva para cortar los subsidios destinados a promover la actividad hípica en territorio provincial.
¿De cuánto dinero hablaba la gobernadora? De la friolera de 1.300 millones de pesos anuales, según reveló un cable de la agencia Télam.
Vidal, como primer paso de esta ofensiva, anunció una reducción del subsidio a la actividad hípica que le permitirá ahorrar al Estado unos 300 millones de pesos en 2018: de los 1.300 millones previstos para la actividad este año, solo se le otorgarán 1.000 millones, la misma suma que recibió en 2017.
Pero después viene algo más que un congelamiento de fondos. La gobernadora anticipó que el Poder Ejecutivo enviará un proyecto de ley a la Legislatura bonaerense para revisar el artículo 29 de la Ley 13.253 que fija los porcentajes de ese subsidio, para que “se vaya reduciendo hasta llegar a cero”.
“Por ley la provincia le dio a los hipódromos, asociaciones vinculadas a la hípica y entidades gremiales una suma de 1.000 millones de pesos en el 2017, que debería ascender este año a 1.300 millones, pero desde el Ejecutivo hemos decidido recortar ese subsidio en 300 millones de pesos, que es el mínimo que la ley nos permite darle al sector”, afirmó Vidal.
El autor de esta iniciativa es el presidente de Lotería y Casinos de la provincia, Matías Lanusse, quien ya es muy criticado por los sectores cercanos al Jockey Club de San Isidro. Fue luego de que en julio pasado, entrevistado por Jorge Lanata en Radio Mitre, se quejara de que en la Provincia de Buenos Aires “se subsidia la actividad hípica con 500 millones (y no 1.000 como dicen ahora) al año“, porque ese deporte funciona a pérdida. En aquella charla, el funcionario de Vidal también anticipó: “No se va abrir un bingo ni permitir una máquina tragamoneda más en la Provincia de Buenos Aires“.
Perfecto Matías. Es como lo planteas. El turf recibía una compensación pq le habían impedido a los hipódromos tener slots que fueron a parar a la mano de empresarios amigos q financiaban la política. Vidal acaba de licitar 3800 tragamonedas. El discurso no cierra.
— Roberto Pico (@RobertoPico) February 14, 2018
La mención de las tragamonedas no es ociosa. El sector hípico recibe estos subsidios que ahora planea quitarle el gobierno provincial como una suerte de reparación histórica porque no se le permite a los hípodromos bonaerenses instalar las maquinas que sí fueron instaladas en el hipódromo de Palermo, dentro de la ciudad de Buenos Aires, y que generan recursos multimillonarios que pocas veces llegan al fomento de la actividad de los caballos de carrera.
Como se recordará, los tragamonedas de Palermo estaban en manos de una empresa de Cristóbal López, el empresario ultra k, quien cercado por la justicia en junio de 2016 transfirió su parte del negocio a uno de sus mejores amigos, Ricardo Benedicto, dueño a la vez de uno de los cinco grandes haras de caballos de carrera de la Argentina. El otro socio es Federico De Achával.
En la provincia de Buenos Aires hay cinco hipódromos: el de Azul, Tandil, La Plata, San Isidro y de Dolores. El mayor problema de esta quita a los subsidios a los hipódromos, con la que difícilmente uno pueda no estar de acuerdo, está ligado a que la actividad emplea a una gran cantidad de gente en el sector agropecuario, cerca de 40 mil personas según estimaciones del propio sector. Los propietarios de caballos de carrera, en general es gente muy acomodada o que ha hecho negocios con el sector público y luego utiliza el turf como modo de blanquear esos dineros. Ellos no tendrán mayor problema. El asunto es que el ajuste, como se sabe, siempre lo pagan los que están en el fondo del tarro. Y son muchas personas las que ahora verán amenazado su puesto de trabajo.
La chimenea sin humo !!
No tiene ni idea la gente q va a dejar en la calle ; veterinarios ; peones ; cuidadores ; propietarios ; haras ; transportistas ; empleados ; Herreros; talabarteros ; vtas alfalfa ; avena ; camas ; vareadores ; exportación esquina ; etc— ganaderia y corrales (@lazulnosemancha) February 14, 2018
Todo comenzó en la década del 90, cuando un grupo integrado por Máximo Domínguez Álzaga y Federico de Achaval (Financiera Valfinsa) ganó la concesión del Hipódromo de Palermo. Luego la firma fue mutando hasta convertirse en HAPSA con De Achaval -cuñado del ex presidente de la SRA Enrique Crotto- como presidente.
La concesión estipulaba un plazo entre 1992 y 2017, pero un decreto de Néstor Kirchner la amplió hasta 2027. El contrato era solo era para la administración de carreras de caballos, aunque la intención original del grupo ganador era hacer un shopping en sus instalaciones, que nunca se pudo llevar a cabo. De todos modos, la breve gestión de De La Rua los habilitó a poner las famosas maquinitas (slotz) con las cuales no sólo aportaban al negocio de la hípica sino que amasaban fortunas. Tanto que el propio Kirchner impulsó a su amigo Cristóbal López a participar de la sociedad. Queda claro que parte de las ganancias estaban destinadas a financiar luego a la actividad política.
En su momento, con ese respaldo político, López también quiso expendir los tragamonedas hacia la Provincia de Buenos Aires con el apoyo del Hipódromo de San Isidro en la figura del mediático presidente del Jockey Club, Bruno Quintana. La fuerte oposición a ese proyecto surgió del Casino del Tigre, que estaba manejado por Boldt SA de los hermanos Tabanelli.
La cuestión intentó ser zanjada con el dictado de la Ley 13.253 en el ámbito provincial, que es la que ahora Vidal quiere modificar. El artículo 29 mencionado por la gobernadora dispone que “el Instituto Provincial de Lotería y Casinos asignará desde un mínimo de nueve (9) puntos hasta un máximo de quince (15) puntos del porcentaje previsto para el FO.PRO.JUE., a transferencias destinadas a atender las erogaciones que demanden las actividades hípicas y afines, atendiendo a razones de mérito, conveniencia y oportunidad”.
La ofensiva de Vidal seguramente abrirá griestas dentro del propio oficialismo, pues la hípica (concebida como la producción de caballos purasangre de carrera) es considerada una actividad productiva de gran raigambre en el país, y por lo tanto es un área de incumbencia del Ministerio de Agroindustria. Tanta es la ligazón que el titular de esa cartera, Luis Miguel Etchevehere, en una de sus primeras actividades como ministro, participó de la entrega de premios del gran Premio Carlos Pellegrini, corrido en las arenas de San Isidro.