Producto de una intensa sequía que afecta a los productores agropecuarios de Chaco y Formosa, la asociación de productores ChaFor, que los nuclea, alertó mediante un comunicado de la delicada situación que se vive en esos lares.
De acuerdo a lo que expresaron, los ganaderos se sienten acorralados ante la inclemencia climática, pero también por la que entienden como asfixiante presión fiscal.
“La Confederación de Sociedades Rurales de Chaco y Formosa (Cha-For) alerta nuevamente sobre la crisis que atraviesan los productores ante un combo destructivo: sequía y una elevada presión impositiva”, comenzaron diciendo.
Según expresó la entidad que forma parte de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la escasez de precipitaciones afectó gravemente la disponibilidad de pasturas y fuentes de agua, lo que ha llevado a una reducción en la producción y al deterioro del estado de los rodeos.
“Esta realidad, que más allá de alguna lluvia tardará en volver a la normalidad, viene forzando a muchos productores a malvender sus animales o a incrementar los costos de suplementación, impactando directamente en su rentabilidad”, escribieron.
A su vez remarcaron: “Como si esto fuera poco, a ello se agrega una fuerte carga impositiva que dificulta aún más la actividad. Impuestos como el inmobiliario rural, IVA, bienes personales, impuesto a los ingresos brutos, entre otros, generan una asfixiante presión sobre los ganaderos, quienes deben afrontar estos costos en un contexto de ingresos disminuidos”.
“Ante este panorama, ChaFor, en nombre de miles de productores, solicita medidas urgentes en auxilio de la actividad que ayuden a mitigar los efectos de la sequía en el futuro, ya que, sin soluciones concretas, la producción ganadera en estas provincias corre el riesgo de una caída sostenida, con consecuencias económicas y sociales de gran impacto, afectando no solo a los productores, sino también al empleo rural y a la economía regional”, finalizaron la comunicación.