El lunes arranca el primer cese de comercialización contra la suba de las retenciones a la soja, que fue promovido por Conferaciones Rurales Argentinas (CRA) y finalmente será acompañado por las otras tres entidades de la Mesa de Enlace.
-¿Este paro es la respuesta a la suba de los tres puntos porcentuales en los derechos de exportación a la soja o hay más razones?- le preguntó Bichos de Campo al cordobés Gabriel de Raedemaeker, el vicepresidente de CRA, que agrupa a unas 300 sociedades rurales de todo el país.
-Los tres puntos de la soja son la chispa que faltaba para sacar adelante un conflicto innecesario con acciones sucesivas (del gobierno). Primero el aumento de retenciones que hace el primer salto en diciembre y que fue parcialmente digerido por el productor. Luego aparecen estas maniobras dilatorias en las supuestas conversaciones, que aparentaban ir avanzando en una solución de alivio para el productor pero otra vez nos encontramos con que leemos la historia en blanco y negro. Y volvemos al incremento de retenciones que deja al desnudo todos los reclamos del campo.
Escuchá la entrevista completa con Gabriel de Raedemaeker:
Según el ruralista, por un lado el sector soporta “una presión impositiva insostenible, cuando venimos diciendo que hay que transitar camino inverso”. A estas subas sucesivas de las retenciones se sumó “el desdoblamiento del tipo de cambio, que le pega a los costos y complica aún más la ecuación económica”.
El vice de CRA, además, dijo que esta combinación se da justo en un momento de precios bajos para los granos por el impacto del coronavirus en los mercados internacionales; y con el clima en contra, ya que la seca está deteriorando el estado de los cultivos y sobre todo de la soja. De hecho, la Bolsa de Comercio de Rosario ya redujo en 2 millones de toneladas su estimación de cosecha.
De Raedemaeker explicó que para el productor la combinación entre los derechos a la exportación y el desdoblamiento del tipo de cambio significa una quita en el ingreso de los que hacen soja de más del 50%.
“Eso hace estallar a los productores que toman conciencia de que la situación es mucho más grave que la que el gobierno le está diciendo y además se pregunta a dónde van a parar la enorme cantidad de recursos que se le transfiere al Estado, cuando luego al campo se le echa la culpa de las diferencias sociales y de las tasas de pobreza. Al campo se lo vuelve a ubicar como el enemigo del pueblo de la Argentina y eso genera mucha irritación”, sentenció.
No hubo un comunicado oficial de todo ese bloque sobre el “paro”, el primero que enfrenta el gobierno de Alberto Fernández, básicamente porque al interior de cada entidad había posiciones encontradas, especialmente en la Federación Agraria Argentina, que finalmente dejó en libertad de acción a sus afiliados. Pero la propia CRA salió este sábado a aclarar que la protesta implica no vender granos con destino a industria y exportación, o ganado vacuno para faena, desde las cero horas del lunes 9 hasta las 24 horas del jueves 12.
“Quedan exceptuados de esta medida los productos perecederos y, dada la inminencia de estas medidas, pedimos que continúe el normal desarrollo de las actividades programadas con antelación tales como exposiciones, remates, etcétera”, se aclaró desde la entidad.
El comunicado de CRA también indicó que “al público en general le manifestamos que esta decisión no provocará aumentos sobre los precios ni desabastecimiento. Es una manera de hacer escuchar el largo reclamo, ya que con esta carga tributaria no podemos producir y, de persistir esta situación, el futuro de la familia agropecuaria se verá muy comprometido”.
Esta intención de hacer visible el malestar fue ratificada a Bichos de Campo por el vicepresidente de CRA. Para De Raedeamaeker, este conflicto el gobierno “lo lleva al terreno de la provocación y va a terminar saliendo una medida de fuerza mucho más importante del objetivo inicial. Nos llevan al terreno del enfrentamiento y no queremos ser los responsables de la situación”.
De Raedemaeker aclaró que no quieren terminar como en 2008, cuando las retenciones móviles hicieron estallar un conflicto campo-gobierno que duró cuatro meses. Pero aclaró que al mismo tiempo están dispuestos a bancar la parada.
“Si el paro no genera el efecto que se busca terminará calando en una situación más fuerte. No queremos terminar como en la 125, apostamos al ambiente de diálogo que en primera instancia propuso el Gobierno y que se lo pueda llenar de contenido y no sea una puesta en escena para ganar tiempo”, explicó.
Para el dirigente agropecuario, “ojalá este cese de comercialización sirva en como un grito para sentarnos a conversar de verdad y avanzar en soluciones sustentables. De lo contrario me atrevo a decir que vienen tiempos difíciles para la producción y el país también”.
El campo se pone solito en ese lugar. Bah, no todo el campo, el de las ml toneladas para arriba, que ya sabemos cuál es